Que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ya revisa los operativos de prevención del covid-19 iniciados esta semana en los municipios metropolitanos, particularmente San Pedro y San Nicolás.
Les preocupa que se violen garantías constitucionales como la libertad de tránsito o se den tratos discriminatorios a quienes habiten en un municipio distinto.
Y de paso le echará un ojo a las estaciones de Metrorrey que no permiten a los usuarios pagar en efectivo, obligándolos a comprar una tarjeta.
Que quien sí fue muy original es el alcalde de Montemorelos, Luis Fernando Garza, y ni modo que lo amoneste la CEDH: ayer ordenó retirar las tradicionales bancas de fierro de las plazas Hidalgo, Zaragoza y Gil de Leyva, para evitar que la gente se reúna y se ponga en riesgo de contagio.
No es para menos el apuro del munícipe de Morena, porque hasta hace unos días, la zona limpia de infectados iba desde Santiago hasta Doctor Arroyo y Mier y Noriega, pero resultó que el covid-19 ya apareció en General Terán y en Linares.
Que con la distribución de un millón de piezas de protección para los hospitales del IMSS de todo el país, se espera que no haya más protestas de médicos y enfermeras por falta de insumos para evitar contagiarse del covid-19.
A Nuevo León llegó desde hace más de 10 días un lote con 77 mil piezas que incluye cubrebocas N95, lentes, botas, gorros y demás insumos y se esperan aún más apoyos.
Que por cierto, en la Secretaría de Salud estatal, que encabeza Manuel de la O, tienen muy claro que el contagio del personal médico es una manera de perder las primeras batallas contra la pandemia.
Por ello se han reforzado todas las medidas de protección en los hospitales donde atienden a personas infectadas.
De hecho Nuevo León no tiene brotes de contagios entre el personal de salud y sigue entre los estados con menos fallecimientos por cada 100 mil habitantes. Ojalá siga ese buen récord.
