Que la alianza Regidor MX Laguna emitió un comunicado aclarando errores en su informe de la semana pasada en el caso de los donativos y estímulos aprobados por el cuerpo edilicio torreonense. Las organizaciones aclararon que no fueron más de 10 millones de pesos para la compra de 6 mil 500 cobijas a un particular, sino un millón 61 mil 400 pesos. El motivo de este error, argumentaron, fueron omisiones humanas derivadas a la digitalización de los datos durante el proceso de sistematización de la información.
Que en la manifestación del sábado pasado frente a la sede del Congreso del Estado, el petista Ricardo Mejía se vio no únicamente candidato a gobernador, sino a su partido liderando a la 4T en Coahuila, lo cual no les cayó muy en gracia a liderazgos de Morena, como los senadores Cecilia Guadiana y Luis Fernando Salazar. Y es que sobre las elecciones de diputados locales el año entrante dijo: “En el 2026 se irán los del PRIAN y llegará la 4a transformación encabezada por el PT”. Ya lo advirtió el lagunero Salazar Fernández: mientras Mejía dirija el PT en Coahuila no habrá alianza con Morena. Con mucha soberbia el tigrillo acapulqueño le sigue apostando a los acuerdos cupulares, olvidando las acusaciones y cuestionamientos que pesan sobre su cabeza desde los tiempos en que le falló a AMLO como subsecretario de Seguridad.
Que no basta con patrullas nuevas o conferencias optimistas de la seguridad en Torreón, sino con socializar –sin miedo ni batuta– a los agentes con todos los sectores de la sociedad. Y cuando decimos todos, también nos referimos a los más desprotegidos, esos que ni selfie se alcanzan a tomar con el jefe policiaco. La idea es que no parezca que la seguridad es tarea exclusiva de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, sino que las demás dependencias también le entren al quite.
Y hablando de dependencias que podrían colaborar un poquito más, la Dirección de Tránsito y Vialidad tiene una tarea titánica. No es secreto que en Torreón existe un estigma fundado, sobre la “veracidad” de sus agentes, que parecen tener una afinidad casi romántica con las multas. Estaría bueno que, en lugar de la persecución estilo rally, se impulsara una estrategia basada en buenas acciones.
