Que hasta ahora son dos los colaboradores del alcalde Román Alberto Cepeda que por más bicarbonato que ingieran no podrán repetir en la segunda gestión de Román Alberto Cepeda: el director de Obras Públicas, Juan Adolfo von Bertrab, y el de Finanzas, Oscar Luján, mientras que está en duda si se concretan remociones en Comunicación Social. De Luján y Von Bertrab simplemente se dice que no respondieron al 100 con la expectativa que su jefe depositó en ellos. De hecho se han salvado de dejar de cobrar sus quincenas pero seguramente las del próximo diciembre serán las últimas.
Que la 4T sigue muy de cerca la convalecencia del senador priista Miguel Ángel Riquelme, quien hasta ayer permanecía hospitalizado en Saltillo luego de que se le practicó un cateterismo diagnóstico. Y es que a Morena y sus aliados les falta un voto para alcanzar la mayoría calificada en la Cámara Alta. “Estoy haciendo todo lo posible por asistir”, dijo Riquelme, quien ha ratificado su postura en contra de las reformas al Poder Judicial. Si no le fuera posible asistir a la sesión de la semana entrante, en la que se votarán las citadas reformas, quizá solicite licencia y lo releve temporalmente su suplente el saltillense Gabriel Elizondo, una persona muy cercana al gobernador del Estado, Manolo Jiménez.
Que días después del arranque de labores de la LXVI Legislatura, el panista Ricardo Anaya pidió a todos los senadores no faltar el día de la votación de la reforma al Poder Judicial, la cual propone que los jueces de la Suprema Corte de Justicia sean votados por elección popular.
Que el legislador en una entrevista señaló que “el que sienta que se va a enfermar, que de una vez pida licencia y deje que tome protesta su suplente porque ahí si la opinión pública tiene que ser implacable”. Es evidente que el mensaje tenía un destinatario.
Que año con año cuando se tienen lluvias “atípicas” cono les gusta calificar a las autoridades, La Laguna padece inundaciones “típicas” por un factor que no ha podido ser resuelto por ninguna administración: el drenaje pluvial. La verdad es que apenas pase este temporal, a empresarios, ciudadanos y a quien debe resolverlo: la autoridad municipal se les va a olvidar, menos a quienes perdieron sus bienes.
