Que el gobernador electo de Coahuila, Manolo Jiménez, tuvo ayer en la región varias reuniones de agradecimiento con los seccionales y demás instancias de la estructura priista en las que reafirmó compromisos. En una de las reuniones estuvo el alcalde, Román Alberto Cepeda, con quien intercambió halagos y reafirmó compromisos de coordinación. El saltillense expresó toda su disposición para trabajar de manera coordinada con el edil torreonense pero fue más allá: con Román hay mucho trabajo por delante (¿para otro trienio?), dijo Jiménez Salinas, quien en la primera oportunidad que tuvo se fue a los lonches El Payo, de donde ya es cliente reconocido.
Que la diputada morenista, Lizbeth Ogazón Nava la pasó mal en el Salón de Sesiones del Congreso del Estado, donde fue recibida con gritos por parte de ciudadanos que ayer se apersonaron en la sesión. Ella se subió a la tribuna para defender el contenido de los Libros de Texto Gratuitos LTG, y se puso a asegurar que en su redacción intervinieron especialistas en pedagogía en activo y jubilados, maestros, bibliotecarios y hasta historiadores. Nada más le faltó decir que también matemáticos.
Que otra diputada que cuestionó duramente el punto fue la panista Luz Natalia Virgil Orona quien recriminó que el Gobierno Federal en ningún momento realizó consultas profesionales para su elaboración, lo que por ley debe hacerse.
Que la postura del PRI por parte del diputado Jesús María Montemayor Garza fue en el sentido de que forman ciudadanos poco críticos para no cuestionar al gobierno y representan un retroceso educativo. Lo menos que dijeron los ciudadanos asistentes, es que en caso de que Coahuila empiece a distribuir estos libros, los quemarán. Tampoco hay qué exagerar.
Que en Durango, por el crecimiento que ha tenido la senadora Xóchitl Gálvez más que personajes como Beatriz Paredes o el mismo Santiago Creel se le han ido sumando activos políticos, que en otro momento resultarían impensables. Paredes y Creel no logran despuntar. Sin embargo, en Coahuila los priistas han decidido dividirse entre Enrique de la Madrid y Beatriz, los panistas no la tienen nada fácil.
Que el escritor Carlos Castañón defendió su derecho a escuchar a todos los aspirantes a candidatos para la presidencia de la República sin que ello signifique que ya se decantó por alguno. No tiene fobias, ni filias por alguno en particular, a diferencia de algunos intelectuales que ya eligieron a Marcelo o a Claudia, de Morena.
