Que el gobernador, Miguel Ángel Riquelme, acudió ayer a votar por Manolo en la elección interna del PRI, en el módulo instalado en el Comité Municipal del tricolor. Lo acompañaron el alcalde, Román Alberto Cepeda; el presidente del Congreso Local, Eduardo Olmos; la senadora Verónica Martínez, así como diputados, regidores y representantes de sectores y organizaciones, con lo que dio por concluida la precampaña.
Algo similar ocurrió en Saltillo donde el precandidato Manolo Jiménez acudió a la urna acompañado del líder estatal del PRI, Rodrigo Fuentes. El aspirante a gobernador dijo que en estos 30 días de la “pre” ha palpado el apoyo de la ciudadanía en cruceros, mercados, ejidos y colonias y que está listo para la siguiente fase del proceso.
Que los priistas andan contentitos porque en la elección interna de candidato a gobernador fue tan buena la participación que se vieron en la necesidad de poner más casillas para la votación de simpatizantes de la sociedad civil que se sumaron.
Que los priistas mostraron el músculo, y sumando al panismo, al perredismo, la sociedad civil organizada, la Iniciativa Privada y profesionistas, en junio se muestran más que optimistas con los resultados.
Que surtieron efecto las recomendaciones o estirón de orejas del líder nacional de Morena, Mario Delgado, al precandidato a gobernador, Armando Guadiana, quien a pesar de su afición al deporte de las tacleadas, resistió las ganas de viajar a los Estados Unidos para presenciar el Superbowl y se dedicó a realizar precampaña el último día de los 30 días establecidos.
Hay que aprovechar hasta el último día, había sugerido Mario Delgado. Suponiéndolo en la ciudad de Phoenix, el precandidato por el PT, Ricardo Mejía, aprovechó para criticar en redes sociales, aunque infundadamente al senador con licencia: el verdadero juego que van a ganar como petistas “es contra los que abandonan Coahuila para irse a ver el juego”. No da una.
