Que tras la aprobación del matrimonio igualitario en Durango, los grupos de defensa de la familia y los de la diversidad sexual cambiaron de postura de una manera radical. Cuando terminó la votación, algunos integrantes de cada postura se saludaron con civilidad. Ahora se convirtió en un tema legal y no político como en el pasado y que por el tiempo que se pospuso por años, lo votación, la crispación creció de manera sustancial, pero ahora ya es un asunto del pasado. Los grupos provida comenzarán su estrategia legal por medio de amparos.
En la ciudad de Durango, la tensión sobre lo que el actual gobierno encuentra de la administración anterior genera versiones que el mismo gobierno ha tenido que desmentir, como la supuesta fuga de Arturo Díaz Medina, ex secretario de Finanzas. Desde el comienzo de la administración, hay 60 días para finalizar el proceso de Entrega-recepción, y entonces, se sabrá el estado real de la administración, mientras tanto, algunos traviesos han lanzado pirotecnia al aire.
Que otro pez al que Morena le ha echado el ojo es el regidor Enrique Sarmiento, priista de toda la vida. Al parecer ya le han hecho ofrecimientos, pero el dirigente estatal del Movimiento Territorial ha dicho fuerte y claro que él no es ningún traidor y que si saben contar no cuenten con él, pues se mantendrá fiel al Revolucionario Institucional. ¡Vámonos!
Que el debate legislativo sobre las reformas a la Constitución, son dos temas diferentes: Una es la militarización de la seguridad pública y otra reforma es la extensión del plazo del Ejército Mexicano en las calles, que por cierto, la senadora priista de Coahuila Verónica Martínez, junto con la bancada del tricolor votó en contra.
Por eso el bloque opositor de la Cámara Alta habrá de presentar un recurso de inconstitucionalidad. No se extrañe pues, que sea la Suprema Corte de Justicia quien otra vez le enmiende la plana a la ocurrencia del Ejecutivo, ya que está claro que esa responsabilidad debe recaer en los civiles. Y en cuanto a la extensión del plazo del Ejército en las calles, ya lo dijo el gobernador Miguel Riquelme, que Coahuila sí necesita al Ejército, pero trabajando en equipo con las fuerzas locales. Sería bueno que algunos opinadores entiendan la diferencia.
