Que el gobernador del Estado, Miguel Riquelme, estuvo ayer en la Ciudad de México para una reunión de mandatarios con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, a fin de modificar estrategias ante la sensible disminución de la pandemia por el Covid-19.
Otro coahuilense que estuvo en la capital del país fue el alcalde, Román Alberto Cepeda, para asistir a la reunión del Consejo Político Nacional del PRI y rendir protesta como nuevo integrante del mismo. Román llega a los 100 días al frente del Ayuntamiento de Torreón y como que no acaba de asentar su gobierno, a tal grado que son inminentes los cambios en su equipo de colaboradores.
Que justamente la reunión a la que convocó a todos los gobernadores del país, les pidió ayuda para realizar en lo que queda del mes de abril una vacunación masiva anti covid-19, tipo “express” a todos, mujeres y hombres rezagados.
Que debido a que también fueron invitados los secretarios de Salud para que se coordinaran con los delegados federales y las brigadas de los “Correcaminos”, detectaron que la urgencia de esta inesperada medida fue porque hay cientos de miles de vacunas y de diferentes marcas, las cuales fueron guardadas en su momento y ahora están a días de caducar.
Que no se entiende de quién es más la responsabilidad, pero el subsecretario Hugo López Gatell tiene la culpa porque engaña, como si la compra de estas vacunas no costaran millones de pesos al erario y si no se alcanzan a suministrar implicarían dinero tirado a la basura.
Que Coahuila se ubicó en la media de la participación ciudadana del domingo, no estuvo ni en los diez estados con mayor votación, ni en los diez con más abstencionismo. El vacacionista subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía Berdeja, presumió en redes sociales “misión cumplida” en Coahuila, en tanto que algunos analistas le recordaron que Morena obtuvo 609 mil votos en 2018, 432 mil el año pasado y 355 mil esta vez.
