Que apenas se supo la victoria de Carmen Lilia Canturosas, próxima alcaldesa de Nuevo Laredo, la segunda mujer después de la priista Mónica García, y el festejo vino pero no precisamente de los morenistas, sino de los propios tricolores en la ciudad fronteriza, pues no olvidan la traición de Yahleel Abdala tras dejarlos para irse con Acción Nacional.
Que el resultado dejó otro mal precedente para la ex candidata azul, al sumar un tercer descalabro en forma consecutiva. El primero se dio hace tres años, cuando se quedó fuera del Senado de la República; un año más tarde como presidenta del Comité Estatal del PRI, ninguno de sus postulados alcanzaron el Congreso, aunque ella sí pero vía plurinominal.
Que al consumarse las derrotas en seis de los municipios de más población y presupuesto, los cuestionamientos están fuertes sobre la figura de Luis René Cantú. Lo menos que la militancia panista tamaulipeca espera es su renuncia y se dedique a su labor legislativa. El tema pasa ahora por quién puede entrar al quite, cuando está encima la gubernatura en el 2022.
Que Chucho Nader lanzó el mensaje de unidad entre los alcaldes de la zona sur que entrarán en funciones para el próximo trienio a partir de octubre próximo. El munícipe de Tampico desea un encuentro y llegar a acuerdos con sus homólogos Adrián Oseguera Kernion de Ciudad Madero y Armando Martínez de Altamira, donde “los colores no hagan diferencias”.
Que los cambios en el Congreso de la Unión abren las opciones del nuevo líder en San Lázaro para la nueva legislatura en septiembre. El primero en alzar la mano es el morenista Erasmo González Robledo. Expresamente ya anunció su interés de presidir la Junta de Coordinación Política, al reelegirse y ayudar a su partido al resultado en Tamaulipas. ¿Se le hará?
Que la disputa es ahora por sitios en cabildos. En Ciudad Madero, veremos si se defiende el independiente Miguel Rodríguez, pues el PAN se irá a los tribunales para quitarle esos regidores, pese a ser el tercer mejor votado. _
