Que la alcaldesa Alma Laura Amparán Cruz acompañó al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca a la entrega del hospital móvil covid-19 construido junto al hospital general de la ciudad. La presidenta municipal dijo estar convencida que Altamira y la entidad saldrán pronto adelante de la emergencia de salud, resultado del trabajo firme y coordinado de los dos ámbitos de gobierno.
Que en el recorrido de la nueva instalación sanitaria, dotada de 40 camas, insumos necesarios y equipo especializado para enfermos graves, estuvieron los diputados locales Karla Mar y Miguel Gómez, quienes atendieron la explicación del director del nosocomio José Manuel Sierra sobre la funcionalidad de la sede sanitaria.
Que de nueva cuenta la administración de Xicoténcatl González en Ciudad Victoria vivió otro capítulo de polémica, luego de filtrarse en redes sociales la discusión de dos elementos pertenecientes a la Delegación de Tránsito. Desde el pleito verbal hasta la salida de video, es evidente el desorden predominante en la administración panista en la capital de la entidad.
Que el diputado federal Mario Ramos, quien cambió de camiseta naranja a la azul y blanco en pleno juego, no desaprovechó la oportunidad de ponerse en todas las fotos para dejar constancia que acompañó al mandatario estatal en una entrega de obra; verdadero oxígeno para quien aspira ser alcalde de la capital de estado.
Que la pandemia provocó la suspensión de muchos proyectos de carácter público y privado en Tamaulipas, como también los nombramientos de delegados en diversas dependencias federales, destinadas a repartirse a la brevedad. Trascendió hay una lista en manos de José Ramón Gómez Leal para darse a conocer, pero con la emergencia deben esperar unos días.
Que el que sigue dándose vuelo con las fotos es el secretario general de la Sección X de trabajadores del Seguro Social, el ex diputado Pedro Luis Ramírez Perales. Tras la muerte de dos empleados de salud en Reynosa y una enfermera en estado grave, no le perdonan que continúe posando muy sonriente junto a cajas recién llegadas de guantes y caretas protectoras que, de haberse tenido antes, no se habrían perdido dos vidas.