Que Tamaulipas celebra finanzas sólidas, ratificadas con una calificación "A+M" por PCR Verum. Esto refleja la administración responsable de Américo Villarreal Anaya: ingresos propios crecientes, liquidez robusta y bajo endeudamiento. La economía estatal, impulsada por su dinamismo productivo y ubicación estratégica, complementa este éxito. Las finanzas estables y transparentes consolidan la confianza y el desarrollo en la región.
Que últimamente los diputados locales de Tamaulipas andan insistentemente queriendo enseñar a los alcaldes a gobernar, quizá porque a algunos de ellos no se les hizo ser postulados para presidentes municipales y tuvieron de consolación una curul, como es el caso por ejemplo de Alberto Moctezuma de El Mante.
Que la gente y los mismos funcionarios aseguran que la secretaría de Bienestar de Tampico, la cual está a cargo de Omar Fabbri, no está cumpliendo con la exigencia ciudadanía y la muestra es que en cada evento grande realizado, solo van las líderes de siempre y nunca se llena, eso quiere decir que no llegan a toda la ciudadanía.
Que los empresarios de la zona sur del estado no quieren al delegado de la policía Óscar Infante Sierra, al no ser capaz de atender a los sectores productivos de Tampico, Madero y Altamira, lo que es extraño porque el mando prácticamente acaba de llegar a la encomienda.
Que el gobierno porteño no se ha podido o no ha querido quitarse de encima a Alejandra Hernández, quien hace meses estuvo muy cercana a la alcaldía y ahora se lleva las críticas por meterse en una marcha de la comunidad gay en la zona y hasta dicen que solamente sale para generar polémica.
Que la llegada de los programas “Rutas Mágicas del Color” y “Transformando Hogares” a Ciudad Madero representa mucho más que una intervención estética: es un esfuerzo por renovar el orgullo de pertenecer, por dignificar el espacio común y por fortalecer el tejido social desde lo más visible, que son los hogares.
Que con más de 70 mil metros cuadrados de fachadas por rehabilitar, esta iniciativa apuesta por una ciudad más viva, colorida y cohesionada, donde la participación ciudadana y el sentido de comunidad sean protagonistas del cambio. Que cada edificio pintado se convierta en un símbolo de identidad y esperanza para sus habitantes.