Que funcionarios y empleados de dependencias federales en Tamaulipas andan activos en el cierre de la administración, pues con la llegada de Claudia Sheinbaum en octubre sus puestos no están seguros. Algunos prefieren mantener la calma; sin embargo, otros andan ansiosos y quieren demostrar con trabajo (ahora sí) su desempeño para continuar.
Que caso contrario, tanto a Rodolfo González Valderrama como a Héctor Garza, incondicionales de Andrés Manuel López Obrador al grado de tener puestos en el gabinete ampliado, se acerca su despedida definitiva de cualquier reflector, para muchos, sin pena ni gloria.
Que mientras en el plano legislativo, los ocho diputados federales de Morena a tomar posesión el próximo 1 de septiembre en San Lázaro se debatirán internamente en el líder del grupo parlamentario guinda estatal. Aunque los más fuertes son Adrián Oseguera y Carlos Canturosas, el género puede influir para esta batuta.
Que mientras los partidos que andan a la pepena de votos comen ansias y esperan que el “Trife” les dé oxígeno para aumentar su porcentaje y obtener más pluris, las salas superior y regional retrasaron sus resoluciones por culpa de Alberto pues anunciaron que congelaron por dos días el corrimiento de los plazos.
Que Rómulo Garza, quien fuera cercano colaborador del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, con quien ocupó varios cargos, entre estos la Secretaría de Bienestar Social, libró una impugnación en Valles, donde lo postuló Movimiento Ciudadano como candidato a regidor y el representante del PAN señaló que su residencia es en Tamaulipas; sin embargo, lo malo para él fue que su partido perdió y ni pluri alcanzó.
Que este miércoles por la tarde hay sesión en el Congreso del estado, a escasos días de que se vaya la Legislatura y entre en funciones la Permanente, por lo que habrá que ver hasta dónde logran avanzar los diputados locales en tantos temas que dejan pendientes, después de tanto pleito estéril entre la bancada oficialista y la opositora.
