Que la aparición del dirigente del SNTE Arnulfo Rodríguez Treviño en el evento de la aspirante presidencial morenista Claudia Sheinbaum en Ciudad Madero, causó escozor en el panismo tamaulipeco. Luego de apoyarlo en el paro magisterial de septiembre por intentar jugar contra Américo Villarreal, salieron a criticarlo por rendirse ante la 4T.
Que el secretario de Organización de Morena, Sergio Huerta, al abrir el mitin de Claudia Sheinbaum en el patinadero de Ciudad Victoria, hizo recordar al ex gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, al soltar la frase “de que se van, se van”, y gritar en tono festivo “sacamos a la vaca por los cuernos”.
Que a propósito del político avecindado en algún lugar de EU, una de las periodistas que se reunieron con Claudia le preguntó sobre el caso del ex mandatario, a lo que la precandidata de Morena y aliados le respondió que no sería materia de ella en caso de llegar al Gobierno de México, pues no compete al Ejecutivo, sino a la Fiscalía y al Poder Judicial Federal.
Que el tamaulipeco Alejandro Guevara Cobos sigue en boca de varios al salir en la foto. Está entre los priistas que conformaron la “Alianza Progresista” para sumarse al proyecto de Claudia Sheinbaum, dejando atrás su militancia en el partido tricolor, donde tuvo varios cargos públicos y fue cercano a Enrique Peña Nieto, de quien era su coordinador de giras cuando fue presidente de México.
Que Maki Ortiz difundió una encuesta asegurando ser la mejor posicionada para la postulación de Morena al Senado, según Massive Caller; pero mientras llega el momento de las definiciones, el miércoles sus seguidores hicieron circular la versión de que tuvo problemas para ingresar al área VIP del evento de Sheinbaum en Victoria, pues no estaba en la lista de invitados.
Que Morena dará a conocer a sus precandidatos entre el 4 de enero y el 12 de febrero del próximo año, lo que mantiene a no pocos políticos en ascuas al no saber qué va a pasar con su futuro político, y lo peor es que es en plena época de Navidad y Fin de Año. La única certeza es que habrá impugnaciones ante los tribunales electorales, pero al final, los inconformes terminarán alineados.
