Que no se notan mucho los esfuerzos y estrategias que esté realizando Óscar González Yáñez, quien por años ha sido el mandamás del Partido del Trabajo en el Estado de México, para recuperar su sitial ahora que desde las esferas nacionales le mandaron a la caballería para tomar el control de la franquicia mexiquense de la estrella. Hasta el momento solo ha habido silencio por parte del ex alcalde de Metepec y múltiple ex legislador.
Mientras, Reginaldo Sandoval y Fernando Vilchis están en plena operación de reconstrucción desde la base, por ejemplo el propio padrón. Sin embargo, el conocido colmillo de González Yáñez hace pensar que no se doblará fácilmente, y menos cuando durante años colocó estratégicamente a sus cercanos. Al tiempo.
Que es triste el papel del PRI: aún como derrotada fuerza política comenzaban a colocar la narrativa de que son la segunda fuerza electoral y que pelearían con uñas y dientes por una injusta distribución de los espacios que le corresponderían, enfocando sus baterías contra el Partido Verde para recuperar algo de la rebanada del pastel plurinominal que le arrebataron, pero da la impresión de haberse desinflado.
Ahora, de la noche a la mañana, se encuentran en la lógica de recuperar una diputación más que recientemente les rasuraron y que fue a parar a manos de Morena. Posturas tibias como la de Víctor Capilla, su representante ante el IEEM, no ayudan: “Es lamentable que le hayan obsequiado otra diputación al oficialismo”, atinó a decir. En medio de una crisis que empeora, es momento para la bravura que caracteriza a Ana Lilia Herrera.
Que aquello de la plañidera queja sin denuncia formal para sancionar responsables ya se vuelve un asunto hasta cultural. Ariel Juárez, titular de la Junta de Caminos, señaló que la grieta en la carretera Tenango-Tenancingo, que provocó su cierre, se originó por el taponamiento del drenaje que hay en la zona debido a que ahí arrojaron escombro, y el sentido común dicta que el dicho debió ir aparejado con una investigación penal… pero tal vez es mucho pedir y se limitarán a parchar los daños, eso sí, sin prisa alguna.
