Que se viven las 48 horas de mayor tensión en la alianza PRI, PAN, PRD y NA rumbo a la conformación de los bloques de competitividad que deberán entregar al Instituto Electoral del Estado de México el próximo martes a más tardar, y que marca oficialmente el rumbo de las candidaturas que se repartirán en los comicios a presidentes municipales y diputados locales.
Lo grave es que ayer, en punto de las 15:00 horas, los dirigentes de los partidos políticos en la entidad se reunieron en la sede nacional del PRI para tratar de ponerse de acuerdo en la conformación de las candidaturas, sin embargo, no se pudo avanzar mucho y hoy la alianza pende de un hilo.
Que el delicado diferendo se originó porque PRI y PAN tratan de orillar al Sol Azteca a ceder las regidurías en los municipios más importantes del territorio estatal como Toluca, Naucalpan, Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla, Ecatepec y La Paz, entre otros, lo que provocó que el líder perredista, Agustín Barrera, se levantara de la mesa de negociación y amagó con su retiro definitivo. ¿Será?
Que mientras tanto, en la acera de enfrente, los de Morena siguen en ascuas por la falta de listas definitivas de candidaturas a los cargos locales. Y es que ahí los jaloneos internos también a la orden del día entre las tribus -que se supone que no existen- y la presión empieza a hacer estragos generando resentimientos.
Quienes se sienten seguros dueños de las posiciones, están entrando en desesperación ante el poco tiempo que tendrán para armar su estrategia y equipos, sin contar con que el reloj corre y será muy apretado el margen para posicionarse ante el electorado, y comienzan desde ya a buscar responsables de posibles resultados apretados o hasta derrotas donde se supone que todo sería un día de campo.