Que es tiempo de comenzar las lecturas políticas tras el destape de Alejandra del Moral como aspirante del PRI al gobierno mexiquense en 2023, y es que ya sin ningún espacio para algún perfil que le haga sombra en su partido, las alternativas para los actores son simplemente adherirse o no.
Aunque llama la atención que algunos, como la propia Ana Lilia Herrera, que se sintió muy cerca de la grande, han guardado sepulcral silencio. Y esa es precisamente la primera lectura.
Que sin embargo, otra sería la de los perfiles que se manifestaron solidarios con la ex alcaldesa de Metepec en la adversidad. Y lo cierto es que lo más relevante hasta el momento ha sido un par de mensajes en redes sociales de Cruz Roa, ex alcalde y ex legislador, que realmente ya no ocupa un papel estelar en el escenario político.
Roa más bien aspiraba a ser el coordinador de una eventual campaña. Si de ese calibre son sus alfiles para hacer presión, la verdad es que Herrera tiene un difícil escenario.
Que, la tercera, para terminar de apuntalar la decisión tomada en el seno tricolor, es que ayer mismo en redes circuló la foto de Del Moral muy sonriente con cinco ex gobernadores que, ya se sabe, por tradición son voces respetadas en el partido.
Chuayffet, Baranda, Camacho, Eruviel... y Montiel con gesto incómodo, fueron el reflejo de la añeja máxima priista de cerrar filas con quien haya recibido la “bendición” de las alturas.
Que por cierto, una de las principales figuras femeninas del PRI mexiquense, Martha Hilda González Calderón, pidió respaldar la designación de la ahora coordinadora de la Defensa del Estado de México, ante el proceso electoral de 2023, con indirectas muy directas para quien se haya sentido damnificado en sus proyectos personales.
Probablemente la experimentada Martha Hilda, reconocida por hábil y conciliadora, será la cirujana encargada de la operación cicatriz. Cosas de la política.
