Que en buen lío (otro) se verá inmersa “la alfil” del GAP, Delfina Gómez, titular de la SEP. Resulta que las organizaciones de escuelas particulares de prácticamente todo el país le solicitan se pronuncie (en su defensa, claro) sobre lo que consideran una invasión de facultades que pretende realizar la Secretaría de Economía, al promover la NOM 237. La norma versa sobre obligaciones que, explican, ya están reguladas por el sector educativo y que de aprobarse “generarán mayores costos de operación de los colegios particulares” y por tanto, un incremento innecesario en las colegiaturas.
La pregunta es si buscará el aplauso del Presidente que ve con buenos ojos esa disposición, o de los empresarios y padres de familia que pueden apuntalar sus aspiraciones. La situación es como la del cohetero, dicen, pero a ver cómo se las ingenia para salir de esta sin hacer un sospechoso mutis.
Que algunos funcionarios de primer nivel en la entidad están siendo víctimas de “hackers” o simplemente de ingeniosos pillos que están tomando control de sus cuentas de la popular aplicación Whatsapp, para usurpar su identidad y pedir diversas cantidades de dinero a su nombre, en calidad de “préstamo urgente, debido a que tienen una dificultad para acceder a sus propias cuentas”. En un caso detectado de estos vivales, piden “el favor” de depositar a la cuenta de un tal Víctor Zamora Ávila, y proporcionan la cuenta Bancomer 158070 3823 y el número de tarjeta 4152 31 38 506 92406.
Los mensajes salen de una cuenta de Whatsapp que en todo parece legítima e identificada, y el verdadero funcionario no se entera sino hasta que sus contactos, amigos y conocidos, ya fueron esquilmados a su nombre con cantidades de hasta 20 mil pesos. La chamba está ahí para la policía cibernética de la secretaría de seguridad y de la Fiscalía. Manos a la obra (o al teclado).
Que se le está complicando el mal cálculo político de la administración anterior a la actual de la UAEM en materia deportiva. Ayer familiares y jugadores del equipo de futbol americano exigieron apoyos y suministros para Los Potros que no han sido entregados desde hace mucho; por fortuna, la buena disposición de la Secretaría de Rectoría para atender de inmediato pudo contener esta situación