Que los señalamientos en contra de Miguel Tello Vargas, a quien el Partido Revolucionario Institucional (PRI) responsabiliza de la “guerra sucia” en contra de Carolina Viggiano, podrían tener un efecto boomerang, pues este personaje es socio de algunos empresarios que apoyan la campaña priista. El que acusa está obligado a probar, pues de lo contrario se puede pensar que son actos desesperados, luego de que se volvieran a revelar mediciones en las que se amplió la brecha entre primero y segundo lugar rumbo a las elecciones del 5 de junio.
Que la presidenta de Morena en Hidalgo, Sandra Alicia Ordóñez, desestimó las declaraciones de Carolina Viggiano, quien manifestó que en 2018 las “altas cúpulas” del partido le habían ofrecido una candidatura hacia el Senado, por lo que la dirigente externó que la aspirante de Va por Hidalgo se confundió y es candidata de otro grupo que viene del norte del país. La presidenta morenista ha subido en popularidad en la campaña, luego de que llegara entre críticas y falta de aprobación, lo que ahora parece haber quedado en el pasado.
Que los panistas de Pachuca se quedaron esperando la tarde y noche del miércoles un evento en el que estaban anunciadas las dirigencias de Va por Hidalgo, a donde no llegó ni la líder del partido, Claudia Lilia Luna, pero las que sí estuvieron ahí fueron la ex alcaldesa Yolanda Tellería, la presidenta del PAN municipal, Ruth León Cruz y las estructuras del blanquiazul, quienes se mantuvieron estoicamente por dos horas a la espera de la llegada de la candidata a gobernadora, quien al parecer tuvo un día repleto de reuniones pero al final no los defraudó.
Que ya iniciaron los movimientos al interior de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo con la salida del secretario general, Agustín Sosa, hermano de Gerardo y Damián Sosa Castelán, quien se dice que estará muy activo en el cierre de las campañas para la gubernatura, pero no se sabe si con Morena, con el Partido del Trabajo o de plano con Movimiento Ciudadano, para ir armando grupo de trabajo de cara a buscar la rectoría el siguiente año, ya que se hayan calmado las aguas políticas y se tengan que sentar los universitarios con el nuevo gobierno.