Que apenas se está realizando la evaluación de daños por el paso del huracán Grace en Hidalgo y ayer la lluvia vespertina en la capital casi provoca que el Ejército aplicara el Plan-DN-III pues hubo población afectada en colonias y peatones varados en vialidades anegadas, mientras esperaban el transporte, que por cierto se inundó. Lo más curioso es que hace una administración gubernamental se realizaron obras y se juró que jamás se iba a volver a inundar justo donde ocurrió a la altura del Estadio Hidalgo, por lo que ya no se sabe si la precipitación fue “atípica” o las remodelaciones con puentes y drenes nunca han funcionado.
Que el secretario de Gobierno, Simón Vargas Aguilar quedó a la cabeza del Comité de Evaluación de Daños por el paso de Grace en Hidalgo, para la cuantificación de afectaciones en 27 municipios, donde se cuenta con aval de la Comisión Nacional del Agua para determinar la zona como sitio de emergencia que va a requerir presupuesto federal, se llevará a cabo la instalación de los subcomités para cada sector específico de evaluación y se seguirá brindando apoyo conforme a las necesidades reportadas por los ayuntamientos en coordinación con la Segob hidalguense.
Que donde siguen sin respetar las medidas sanitarias por el covid es en la UAEH, pues en las torres de rectoría no hay protocolos de seguridad y su filtro nada más no funciona. En menos de 15 días han fallecido dos trabajadoras víctimas de la pandemia y los empleados siguen acudiendo en su totalidad, así como algunos docentes con el tema de la Feria Universitaria del Libro ya que los están obligando a estar presentes de alguna forma. ¿Qué será lo que esperan las autoridades universitarias para tomar cartas en el asunto?
Que el regreso a clases en Hidalgo fue en parte exitoso pues se llevó a cabo el cometido de la vuelta a las aulas, pero por otro lado dejó en evidencia las grandes carencias de planteles que están en zonas alejadas, donde se autorizó la reapertura de salones. Ni el SNTE ni las autoridades municipales realizaron acompañamiento a los docentes y comités de padres que tuvieron que arreglárselas como pudieron e incluso no hubo operativos viales para el cuidado de los menores y sus familias.