Que en reciente gira de trabajo del gobernador Julio Menchaca por la región de Tula, quedó más que claro que no existe ningún rompimiento entre el PT y el gobierno estatal, ya que militantes de ese partido le externaron su reconocimiento a la labor que realiza y quedó a la luz que el tema de enfrentamientos políticos es agenda de los hermanos Sosa Castelán, quienes están malasesorando a Javier Vázquez Calixto, comisionado del PT Hidalgo, quien ya está amagando con denunciar a medio mundo en plenas campañas.
Que todo un escándalo se dio ayer en el debate entre contendientes a la presidencia municipal de Tulancingo, el cual fue organizado por el IEEH, pues tres de los candidatos se metieron por la fuerza e interrumpieron el evento, acusando que las porras de otros aspirantes les impidieron ingresar. Lo curioso es que apenas fue el primer día de campaña del candidato independiente Pedro Canales y ya hubo zafarrancho, lo cual es característico del personaje proveniente de Actopan. La candidata del PRD, Jesica Berenice Licona de plano casi se va a los golpes contra todos.
Que hablando de Tulancingo, Lorena García Cázares, candidata de Morena a la presidencia municipal mejor ni fue al debate para evitar vergüenzas, además, se reportó enferma en sus redes sociales; lo curioso es que la vieron realizando volanteo y pegando propaganda en calles de la demarcación desde temprano y hasta antes del debate. El asunto, dicen, es que no hay quien la asesore en el manejo de discurso y no tiene las tablas para desarrollarse ante la opinión pública, por lo que en entrevistas ha dicho que hasta en Tulancingo hay mar.
Que en la dirigencia de Morena ya no hay quien controle las cosas, pues el equipo con el que comenzó Marco Rico su gestión está completamente partido y los integrantes del comité estatal ya ni se aparecen para atender militancia, ni mucho menos para dar solución a las quejas; cada quien jaló para su respectivo barco y esperan que no se hunda de aquí al 2 de junio. El riesgo es que después del proceso electoral, podría venir no solo la revisión de puestos en Morena, sino de gastos por la fiscalización al partido.