Que al menos en Pachuca, Movimiento Ciudadano ya envió señales políticas con la ratificación, por parte de la Comisión Permanente de dicho partido, de Guillermo Peredo Montes como delegado de la Fundación Lázaro Cárdenas del Río. Se espera que el partido sea la revelación política en las próximas elecciones y que coloque un filtro de ingreso para evitar a los arribistas que ya andan usando los colores del partido y afirmando con slogans que las cosas van a cambiar cuando ni siquiera están cerca del MC.
Que otros que ya están presionando a Movimiento Ciudadano son los del Grupo Plural Independiente del ex gobernador Omar Fayad, quienes pidieron ser escuchados por Dante Delgado, así como los enviados de Miguel Osorio, otro ex gobernador y ex priista, quienes tendrán algunos espacios en las candidaturas del partido naranja, al más puro estilo de Francisco Xavier Berganza que en una de esas busca estar en otra elección más. Se espera que tanto MC como otras opciones, dicen que el PVEM, abran sus puertas a las cartas del GPI y del ex Grupo Hidalgo.
Que quienes le quisieron hacer la competencia al gobierno municipal socialista y revolucionario de San Salvador, fueron los de la Universidad Politécnica de Pachuca quienes invitaron al embajador de Nicaragua, Juan Carlos Gutiérrez Madrigal, para una charla de fortalecimiento de relaciones en ciencia y tecnología. El rector de la UPP, Francisco Marroquín Gutiérrez, al parecer dio su visto bueno para que en un futuro cercano los estudiantes mexicanos puedan ir al país de Centroamérica a completar su experiencia educativa y viceversa, con la recepción de estudiantes nicaragüenses.
Que el fiscal Santiago Nieto no quiso revelar más indicios de la investigación de trata de personas que hay por los casos de mujeres colombianas que son explotadas sexualmente en Pachuca y Mineral de la Reforma, siendo que a todas luces opera una red criminal que tiene trabajando a mujeres en hoteles de la ciudad, redes sociales y en domicilios de fraccionamientos de alta plusvalía, ante los ojos de las propias autoridades que parecen estar esperando a que suceda una tragedia para poner manos en acción.