Que lo que se describe no es una simple encuesta juvenil: es el inicio temprano, y nada sutil, de la campaña sucesoria para la alcaldía de Zapopan, utilizando recursos de manera cuestionable. No es casualidad que la gaceta de una legisladora, que debiera rendir informe hasta octubre, se esté repartiendo junto con una encuesta que menciona específicamente a cuatro mujeres con aspiraciones políticas conocidas o posibles: Mirza Flores, Mónica Magaña, Isaura Amador y Gaby Cárdenas. Se usa el informe anticipado como pretexto para ganar presencia territorial y medir temperaturas y se busca asociar la imagen de la legisladora con la idea de “mujer fuerte para Zapopan”.
Que el intento de la desarrolladora Paseo Pabellón S.A. de C.V. por construir una torre de 15 pisos con 140 departamentos dentro del Área Natural Protegida del Bosque Los Colomos es una práctica que se normalizó en el sexenio pasado, una práctica depredadora que explica, en parte, por qué las lluvias se convierten en desastre en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Lo grave no es solo la ambición de urbanizar un pulmón verde protegido por ley. Lo realmente escandaloso es que ya estaban realizando movimientos de tierra y excavaciones de manera irregular, como reportó el propio gobernador Pablo Lemus. Esto destapa un modus operandi claro: actuar primero, pedir permiso después (o nunca), confiando en la impunidad o en la lentitud de los procesos jurídicos para consumar los hechos.
Que Protección Civil Jalisco aclara que el municipio de El Salto no presentó en tiempo y forma su solicitud de declaratoria de desastre. Tienen dos días después del incidente para hacerlo y por eso no se pudo avanzar con el proceso para la corroboración de daños y posterior presentación de la información obtenida al Comité Técnico del FOEDEN, para que a su vez deliberen los apoyos aplicables de acuerdo a las reglas de operación. Es cierto, aceptan en El Salto, que se metió a destiempo, pero tampoco hubo representantes del gobierno estatal en la emergencia y a pesar del desastre las más de 300 familias afectadas se quedaron a enfrentar sus consecuencias. No tenían de otra.
