Que vaya sainete se vivió ayer en la Ciudad de México antes, durante, y después de la inminente aprobación de la Reforma Judicial. Bloqueos, gritos, empujones, toma de tribuna, gases lacrimógenos y encono por todos lados sellaron una jornada histórica con dos visiones de país enfrentadas. Los ecos de lo ocurrido tendrán repercusión en Jalisco, sobre todo porque siguen pendientes numerosos juicios electorales que, sea como sea la decisión de los jueces, siempre dejará a un bando descontento. Momento de hacer caso al lema del frontispicio del Teatro Degollado: “Que nunca llegue el rumor de la discordia”.
Que independientemente del bando tomado en el tema de la Reforma Judicial, el senador jalisciense Clemente Castañeda (MC) fue uno de los grandes protagonistas de ayer. Ya fuera en tribuna, en medios de comunicación, o en redes sociales, Castañeda Hoeflich no solo adoptó el papel de vocero de la bancada de su partido en la Cámara Alta, sino que pasó todo el día denunciado el arresto (hasta anoche no aclarado) de su compañero, el senador de Campeche Daniel Barreda, quien por lo mismo no pudo asistir a la sesión. El legislador jalisciense se desgañitó alegando un manejo político del gobierno de Layda Sansores para afectar el resultado de la votación. Cerramos este texto sin saber qué había ocurrido, pero vaya que Castañeda se dejó escuchar.
Que el presidente nacional de Morena (y cuasi secretario de Educación Pública), Mario Delgado, estará mañana en Guadalajara para dar una conferencia de prensa junto con Claudia Delgadillo, en la que prometen “un anuncio crucial”. La conferencia de prensa será muy cerca del aeropuerto de la Zona Metropolitana de Guadalajara, a las 17:30 horas, lo que hace suponer que el encuentro con periodistas será después de alguna otra actividad del dirigente en el estado. O tal vez en una escala hacia, o desde otra entidad. Ahora que la invitación se hizo muchas horas antes de la caótica aprobación de la Reforma Judicial, por lo que cabe la posibilidad de algún cambio de última hora. A esperar, pues, que ocurrió finalmente con el campechano.