¡No más! Bueno, casi. A partir de hoy el uso de cubrebocas como auxiliar en la prevención del covid-19 ya no es obligatorio en Jalisco. La decisión la anunció el gobernador Enrique Alfaro, quien acotó que sí será necesario utilizarlo en el transporte público y en instalaciones de salud y hospitales, lo cual resulta perfectamente entendible. Esta medida seguramente fue bien recibida por la mayoría, y se basa en el bajo número de contagios en semanas recientes en la entidad. La Universidad de Guadalajara, en un comunicado emitido anoche, señaló que en sus planteles y oficinas el uso del cubrebocas será decisión de cada quien. Hay que recalcar que la epidemia no ha desaparecido, pero las medidas tomadas a lo largo de dos años definitivamente sirvieron.
Estaba más que cantado, como dijimos ayer, el anuncio del operativo conjunto entre Guadalajara, Zapopan, Atlas, Chivas y el Gobierno del estado para anunciar el operativo de vigilancia por el Clásico tapatío a disputarse los próximos jueves y domingo. No hubo reunión previa, pues ya existe el plan elaborado para el más reciente encuentro entre ambas escuadras, por lo que hoy simplemente se retomará lo hecho en materia de seguridad, y eso será comunicado por Ricardo Sánchez Berúben; Pablo Lemus; Juan José Frangie; Ricardo Peláez; y Anibal Fájer.
Y ya que mencionamos Guadalajara, versiones van y versiones vienen sobre un desacuerdo, desavenencia, o conflicto en torno a la adjudicación de equipo para el sistema de vigilancia conocido como G5. Todo porque presuntamente desde el interior del Ayuntamiento se filtraron datos sobre el proceso de licitación del equipo especializado de cómputo, con quién sabe qué intereses. Y para remate, el regidor morenista Carlos Lomelí tocó el tema públicamente, poniendo nombres de empresas sobre la mesa. A ver cómo avanza este tema.
Hay quienes ven mala leche, o algo más, en la actitud de los dirigentes de los pepenadores que protestan frente a Palacio de Gobierno. Todo porque quienes han seguido de cerca el caso, señalan que se han realizado todas las reuniones y charlas requeridas, y que al final del lado de los pepenadores no aceptan nada.
