Que de risa resultó un escrito enviado por la administración del municipio de Silao que sigue sin explicar después de ocho meses de ocurrida la documentación del faltante de más de 28 mil cartuchos cuál fue el destino final de tantas municiones, señalamiento sumamente delicado al que ninguna autoridad municipal quiso responder.
Pues literal, tanto el alcalde de Silao, Antonio Trejo Valdepeña, y su secretario de Seguridad, José Carlos Ramos Ramos, declinaron responder a la solicitud de entrevista hecha por este medio, con excusas poco creíbles como que el alcalde anda de vacaciones y su secretario estaba muy ocupado, la opacidad ante todo.
Que es poco creíble la versión de que “se trata de un asunto que está siendo revisado por el área administrativa correspondiente” pues de ser así ya fueron demasiados meses como para no tener un veredicto sobre un tema que huele incluso a delincuencia organizada. Aquí saltan algunas preguntas.
A saber ¿qué habría pasado si el asunto no trasciende a los medios? ¿por qué no han presentado las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General de la República? ¿quién es el responsable de la administración de la armería de Silao que permitió que sucediera esto? ¿por qué Antonio Trejo no da la cara? dicen que ahora sí hay control, ¿qué pasó antes de esto?
Que a diferencia de los escurridizos funcionarios municipales el que sí exigió una investigación del tema por ser un delito es el gobernador del estado, Diego Sinhue, quien dijo que debe llegarse hasta el fondo del asunto y dar con los responsable pues es un tema delicado por tratarse de la seguridad en este municipio.
Nada gana el municipio ocultando información y procediendo de manera tan lenta en un asunto en el que en otras administraciones ya le habría costado la cabeza a más de un responsable de área y sería llevado ante la justicia, pues en un ambiente de violencia como el que se vive estas cosas no pueden pasar.