Que no fue muy bien recibido, en general, entre quienes se encargan de ver los temas de seguridad en el estado el análisis presentado en Irapuato respecto a los 11 grupos delictivos asentados en la entidad y menos cuando lo que se busca es hablar bien de Guanajuato en aras de evitar se desinflen las ganas de invertir en el estado.
Y es que no es novedad todo lo que el informe dice, lo que sí es novedad es que se haya hecho público con un análisis desde el punto de vista ni más ni menos que de un ex secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad como es Juan Miguel Alcántara, no se trata más que plasmar lo que es una realidad que desafortunadamente pega en todo el país.
Que otro tema que preocupa es la retirada de la Mariana Armada de México pues existe una relación muy estrecha entre la inteligencia que hacía, con la que lleva a cabo la Fiscalía General del Estado con la que se conjuntaban esfuerzos en un hecho poco común pues generalmente los marinos desconfían de las autoridades locales.
La llegada de la Guardia Nacional, no termina por convencer pues aunque se denota cada vez más su presencia resulta que con todo y los patrullajes que llevan a cabo con las autoridades locales no han podido dar un golpe digno de reconocerse y más bien se han convertido en un tema de presencia que aparentemente no disuade a los grupos delictivos.
Que hablando de inseguridad ayer de nuevo la alcaldesa de Salamanca, Beatriz Hernández Cruz, arremetió contra el ejecutivo estatal pidiendo respuestas a la comunidad ante lo que ella considera un abandono de parte de las autoridades estatales del municipio, aunado al alza en la violencia que se vive todos los días.
Lo que nadie sabe, según nos cuentan desde Salamanca, es de dónde sacó el dirigente del PAN, Román Cifuentes Negrete, que en el municipio la primera edil convocó a una manifestación contra la inseguridad. Y es que ya tarde se emitió un comunicado en donde se anunciaba que el albiazul estaría vigilante que no se violara la ley en esta marcha, misma que también hasta anoche nadie tenía conocimiento que sucedería.
