Que pese a que es diputado y juró respetar la Constitución y las leyes que de esta emanen, el diputado local con licencia por la bancada de Morena, Ernesto Prieto Gallardo, usó la máxima tribuna del estado para auto promoverse violando flagrantemente la ley en un acto de vituperio sin igual.
Vaya forma de retirarse de su cargo para ir a la campaña como legislador federal pues se dedicó a autoelogiarse presumiendo que ha sido el legislador con el mayor número de iniciativas presentadas, léase ocurrencias que al final fueron enviadas a dormir el sueño de los justos. Alabanza en boca propia.
Que nos cuentan que en el cuarto de guerra de la candidata de Morena al gobierno del estado hay enojo y hasta desesperación, pues además de enfrentar el reto de ir cuesta arriba parece ser que el recurso para realizar actos públicos de campaña no está fluyendo como debería.
Los que saben, aseguran que en su equipo de campaña tienen dificultades para la operación diaria y se entiende el desánimo generalizado que hay entre la candidata y sus colaboradores de confianza. La versión empezó a circular el día de ayer, misma que se suma a conflictos que se siguen presentando en el partido de la 4T.
Que el otro frente abierto es el que se dio luego que bajaron a Bárbara Botello, pues primero dijeron que no podían dar a conocer detalles de porqué la acción si había ganado la encuesta, aquí le dimos a conocer que era por los procesos jurídicos abiertos, cosa que ayer reiteró el secretario general del partido.
Ello motivó una respuesta con evidente molestia de la exalcaldesa de León en la que solicitó a Jesús Ramírez Garibay para que aclare si lo informado es de su autoría, o en su caso se deslinde, ¡qué tal!