Que ayer finalmente se instaló la mesa política en la que el Partido Acción Nacional definirá las reglas para decidir sobre en quién recaerá la responsabilidad de ser la candidata al gobierno del estado, sí, candidata, porque si bien es cierto ya quedaron fuera las formalidades en cuanto al género, lo que falta es saber quién de las dos únicas participantes será la ungida.
Tanto Libia García como Alejandra Gutiérrez aseguraron mediante las redes que están convencidas de que el diálogo es lo mejor; sin embargo, en una declaración pública la secretaria de Desarrollo Social aseguró que está claro en quién están las preferencias dentro de su partido.
Que quien se resbaló ayer fue el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, al confundir al diputado federal Ricardo Villarreal, con su hermano Luis Alberto, al asegurar que ya era hora que los invitara a disfrutar a San Miguel de Allende, no nada más a trabajar, lo que detonó la respuesta de los presentes que le gritaron al líder del albiazul ¡Ricardo! ¡Chícharo!
Por cierto, en esa plenaria el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo reiteró que la decisión sobre el género del candidato a buscar sentarse en la silla en la que hoy despacha será mujer, no por cuestión de cuotas sino porque hay capacidad para ejercer las funciones propias del Poder Ejecutivo.
Que Luis Felipe Guerrero, rector de la Universidad de Guanajuato, está a punto de cerrar un ciclo al frente de la casa de estudios y ayer que rindió su último informe de actividades recibió el reconocimiento, no solo de las autoridades locales sino también de las federales en voz de Carmen Enedina Rodríguez Armenta, directora general de Educación Superior Universitaria e Intercultural, de la Secretaría de Educación de México.
Al tiempo que Guerrero Agripino mostró una alta civilidad política al permitir el acceso al acto principal, de un pequeño grupo de estudiantes que realizaban una manifestación afuera del Centro de Convenciones de Guanajuato, quienes llevaron sus consignas hasta el recinto principal.
