Américo Villarreal Anaya tomará protesta como el nuevo gobernador de Tamaulipas el próximo 1 de octubre, a menos que algún Tribunal Electoral diga lo contrario y le dé la razón al PAN que dijo que va a impugnar, pero mientras esas quejas se resuelven, el candidato ganador ya deberá estar trabajando en lo que será la nueva administración estatal.
El nuevo gobierno llegará de la mano de partidos que no habían estado en el poder; como ocurrió hace seis años, se da la transición en Tamaulipas.
Es un cambio de partidos, un voto de confianza para ellos y eso deberán retribuir a quienes votaron por ellos: los tamaulipecos.
La mayoría de la población de Tamaulipas que votó el pasado 5 de junio tiene la esperanza que este gobierno resuelva sus inquietudes: seguridad, empleo, salud, educación, programas sociales, obra pública y otros temas.
Y aunque son seis años, el sentir de la población es que sea en el menor tiempo posible que se resuelvan sus peticiones y se cumplan las promesas hechas en campaña.
Importante será también que Américo Villarreal Anaya no dedique todo su tiempo en señalar los errores que haya cometido la administración que le antecedió, porque de eso la gente ya está cansada, lo quiere son acciones y menos palabras.
Otro asunto será el Congreso de Tamaulipas, si la actual legislatura conserva la Junta de Coordinación Política bajo el mando de un panista, que no se dedique a enfrentar al Ejecutivo estatal sólo por ser de un partido contrario y que la bancada de Morena también señale cuando el nuevo mandatario estatal tenga que rectificar sus acciones.
Al final, el trabajo será para los tamaulipecos y ellos serán los ganadores de esta contienda electoral, que si bien se definió en las urnas, aún queda la vía legal para resolverla, pues la alianza que quedó en segundo lugar alega irregularidades y hará todo lo posible por demostrarlas y que los magistrados le den la razón.
Así que aún quedan algunos meses para que esto se resuelva y mientras eso sucede Américo Villarreal debe preparar su equipo, en el que muchos ya se apuntan.
