Cuando creíamos que lo habíamos visto todo en el Congreso de Tamaulipas, resulta que aún hay más, como decía Raúl Velasco. Los diputados locales no dejan de sorprendernos y no precisamente por su trabajo a favor de quienes votaron por ellos, si no por sus peleas y traiciones entre partidos.
La semana pasada dio un nuevo giro la novela llamada 65 legislatura de Tamaulipas, pues dos diputadas que habían renunciado a Morena decidieron regresar alegando que ya todo está bien en su bancada y ya son amigos de nuevo, mientras, el PAN perdió una legisladora.
En octubre del año pasado, vimos como el primer día, incluso antes de tomar protesta, dos diputadas abandonaron a Morena y la única posición que había conseguido el PT, ambas decidieron irse a la bancada del PAN.
Leticia Sánchez Guillermo y Lidia Martínez se unieron a los panistas y así pudieron dar batalla frente a un Congreso con mayoría de Morena.
Con el paso de los meses, hubo otros cambios. Las diputadas de Morena, Nayeli Lara Monroy y Nancy Ruiz se declararon sin partido, alegando problemas con su bancada.
Pero hace unos días ambas tomaron una decisión, Nancy se unió al PAN y Nayeli se regresó a Morena.
Lo mismo pasó con Leticia Sánchez, tras varios meses en la bancada del PAN y pelea tras pelea con los diputados de Morena, regresó con esta última bancada.
Por el motivo que lo hagan resulta incongruente que un día estén en un partido, hablen mal del contrario y al día siguiente ya sean nuevamente amigos y trabajen juntos.
Dicen que “es de sabios cambiar de opinión” o en este caso de bancada o partido, pero por lo que sea que lo hayan hecho que realmente beneficie a quienes votaron por ellas o ellos y los llevaron hasta ese cargo donde ganan cada mes más de 70 mil pesos.
No sé si sólo es mi percepción, pero para como va esta legislatura pinta para ser de las peores en la historia de Tamaulipas, donde sólo hay discusiones, pleitos, quejas ante órganos electorales, cuando una bancada gana un round al siguiente los contrarios los noquean y así se la llevan.
Si la gente siempre ha tenido una mala percepción de los diputados, los que sólo van y piden el voto en las campañas electorales y después ya no se vuelve a ver, ahora con estas peleas en el Congreso de Tamaulipas, quizá la imagen de ellos será peor ante los ciudadanos.
