Wagnermaníacos, ¿cómo están y cómo se encuentran? En días pasados se recordó la partida del Hijo del Perro Aguayo, con motivo de su sexto aniversario luctuoso, y esto me brindó la oportunidad de reflexionar sobre las dificultades que enfrentan los llamados "juniors" en la lucha libre.
Siendo sinceros ser un junior, continuar con la leyenda de una dinastía y mantenerla no es fácil; no se trata de competir, sino de trascender. Mi padre, Dr. Wagner, tuvo una carrera, yo tengo la mía e Hijo de Dr. Wagner Jr. tendrá la suya.
Significa una gran responsabilidad abrirse camino, ganarse un nombre en la lucha libre, sin enfrentarse a las comparaciones, ya que en ocasiones el público o los medios de comunicación comenten que al ser hijo de un luchador exitoso, se facilita tu proceso de crecimiento.
Sin embargo, en mi experiencia, al ser el continuador de la leyenda de mi señor padre, Dr. Wagner, viendo también la carrera de otros compañeros, entendí que si no cuentas con la preparación necesaria, con el compromiso, no importa de quién seas hijo; Silver King hizo una gran carrera por méritos propios y supo demostrar su valor.
Por eso considero que las envidias, cuando logras consolidarte como un junior, independizarte de tu predecesor, son parte de tu día a día, no solamente por parte de los colegas de la lucha libre, sino incluso de los familiares.
Mi padre me decía para ser luchador hay que parecerlo; hacer una carrera propia no ha sido fácil, y con certeza les digo que para ningún junior que venga de una familia luchística legendaria lo ha sido.
A mí me tomó muchos años cambiar mi físico y aprender a mejorar mis hábitos para llegar a ser DR. WAGNER JR. ¡Inténtenlo! Superen a sus antecesores, todos podemos hacerlo con esfuerzo y convicción.
¡Nos leemos la próxima semana, en viernes, y mientras tanto espero que sigan... Bien, bien, bien!
Twitter: @WagnerJrOficial