¡Qué tal amigos Wagnermaniacos! Aquí me encuentro justo en el tráfico de la gran CdMx, escuchando una buena salsita y al escucharla me viene mucho a la mente cuando llegué a las filas independientes en los años 1986, 1987, haciendo lazos de amistad con aquellas leyendas, aquellas luminarias, ídolos del momento como lo eran los Misioneros de la Muerte, los Villanos, Canek, Dos Caras, Aníbal, todos estaban de postín en aquella época.
Y recuerdo aquellos encuentros de lucha libre máscara con máscara, aquellos donde perdió la máscara Black Man, uno de los Fantásticos. También cuando se enfrentó el Hijo del Santo con algunos otros estetas.
En grandes encuentros perdieron la máscara luchadores americanos en contra de un Villano, en contra de un Pegasus Kid, y por eso me atrevo a hacer esta nota, porque en lo personal también viví un momento característico en un cuadrangular de máscaras con Canek, Rayo de Jalisco y Universo 2000.
Es muy importante mencionar que en ese momento acababa de fallecer mi padre, que en paz descanse, pasaron unos días y tenía que olvidarme de las cuestiones sentimentales para enfrentarme a esas estrellas, para poderme concentrar dado que estaba apostando mi máscara. Una experiencia similar es la que acaba de vivir Psycho Clown apostando su máscara en contra de la cabellera de Rey Escorpión, seguramente momentos muy difíciles para él, tratando de poner a un lado sus sentimientos por la partida de su señor padre, el gran Súper Porky, para comprometerse y brindar una inolvidable lucha en Triplemanía.
En mi experiencia, es doloroso tratar de apartar todo lo que sucede en la vida privada, pero sí es muy importante tener el valor para subir al ring, despegarse, olvidarse, mentalizarse, como ustedes lo quieran llamar, porque los luchadores tenemos el compromiso de salir a entregarnos a la afición.
En aquel cuadrangular que les mencionaba anteriormente, salí a defender mi máscara con mucho honor, con mucha fuerza, con mucha empatía con los aficionados y por eso considero que el triunfo que tuvo Psycho, es muy importante.
Cabe resaltar aquellos momentos que uno vive, que a veces el público se olvida que tenemos una vida privada, que somos de carne y hueso, que somos reales, que tenemos sentimientos, pero que debemos hacerlos a un lado.
Entonces Wagnermaníacos, es de un gran valor pasar por estas situaciones, que seguramente también atravesaron algunos oponentes, tal vez no un fallecimiento de un ser querido, pero sí un problema interno de la familia, y que tuvieron que poner fuera del ring sus sentimientos.
Por ello Wagnermaníacos, los invitó a que mediten en ese sentido, nosotros entregamos todo por el ámbito luchístico, por esa gran familia, por el aplauso, por la adrenalina que uno siente arriba del ring que es algo mágico. Magia que solamente los guerreros, los luchadores sabemos la responsabilidad que representa entregarnos al público.
Muchas gracias Wagnermaníacos, seguiré en el tráfico de la CdMX, de la gran Tenochtitlan, les mando un gran saludo y recuerden: ¡Que en mi casa y con mi gente se me respeta! Bien, Bien, Bien.
Dr. Wagner Jr
Twitter: @WagnerJrOficial
