Wagnermaníacos! Aquí, escuchando el maravilloso tema de Rocky Balboa, jajajaja. Este emblemático personaje me recuerda los duelos mano a mano que se realizaban en antaño, en la época de Dr. Wagner Señor, que acostumbraba escuchar esta melodía para realizar su preparación y enfrentar a sus odiados rivales.
Lo anterior me hace reflexionar en lo que está pasando actualmente con la Lucha Libre. Me da risa que no se incluya en las carteleras un mano a mano clásico, como en aquellas épocas un Ray Mendoza contra Dr. Wagner Señor, en el Palacio de los Deportes; ahora llegan las supuestas facciones, que para mí no son más que tribus que unen fuerzas en contra de una leyenda.
Un ejemplo de lo anterior es lo que sucedió hace unos días en la Arena Neza con la llegada de La Empresa, facción motivada por Diamante Azul, Puma King y Sam Adonis. Por ahí también están Los Rancheros, Los Lucha Brothers, ahora la facción de Los Dinamita, pero desde mi punto de vista se ha perdido la emoción de esos clásicos que manifesté al inicio de esta columna.
¡Imagínense! En aquella época disfrutar de un mano a mano entre Aníbal y René Guajardo, o Gran Hamada en contra del Signo. También Texano contra Dos Caras, o el mismísimo Canek enfrentándose al mítico André El Gigante. Insisto, actualmente están de moda las facciones y eso definitivamente no lo apruebo, porque sus integrantes lejos de prepararse como Rocky Balboa, de ser mejores cada día en su entrenamiento, se vuelven dependientes unos de los otros.
En fin, será como dicen los promotores que la Lucha Libre ha evolucionado, no estoy de acuerdo, porque uno mismo trabaja en su propia evolución, uno puede manifestar por cuenta propia lo que es en el ring. Entonces, participando en parejas, en tríos, es algo que no me interesa.
Invito a ustedes, amigos aficionados a que busquen a su propio ídolo, no parejas, no facciones. Creo que la Lucha Libre se ha transformado, los luchadores la hemos transformado, no ha evolucionado porque todavía existe el drama de saber quién es el mejor, no una exposición de lances aéreos, para ver quién es el más espectacular o esos lances desde una jaula de 6 metros de altura, no, no, inconcebible.
Pero el público es el que acepta esta transformación, porque no es una evolución. ¡Imagínense! A Rocky Balboa haciendo una facción; en fin, Wagnermaníacos recuerden esa calle por la que corría Rocky hasta subir las escaleras, siempre persiguiendo el triunfo.
Creo que el Legado Wagner va por buen camino, no somos facción, no somos trío, somos un Legado, porque cada quien tiene su conocimiento, su capacidad para enfrentarse mano a mano, con quien se nos ponga enfrente. Yo no necesito una facción para enfrentar a una leyenda o para embestir a un nuevo talento. En fin, les dejo de tarea este tema de las facciones, jajajajaja... Bien, Bien, Bien.
Dr. Wagner Jr
Twitter: @WagnerJrOficial
