Casi de manera automática se hace la lista de los propósitos para el año que está por comenzar, porque muchos de ellos no los cumplimos en el que está por terminar, así que va una enésima oportunidad para bajar esos kilitos, correr los 10 kilómetros, concretar esa salida con el grupo de amigas de la prepa, hacer esos viajes tan planeados en sobremesas y empezar alguno de los proyectos guardados en Pinterest.
Conforme se acerca ese 31 de diciembre, se cuentan los días que restan para cumplir alguno, pero esto solamente genera más ansiedad en unas fechas que, de por sí, resultan tan festivas como estresantes.
Y sí, hay personas más determinantes que alcanzaron muchos de los objetivos planteados ese 1 de enero de 2023 y ahora ven los resultados de sus constancia y disciplina, pero otras quizá no consiguieron ni siquiera arrancar.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Hertfordshire, solamente 12 por ciento de las personas logra cumplir con las metas fijadas al principio del año. El tema es que muchos de los propósitos que se establecen resultan irrealizables para el contexto y circunstancias personales, o simplemente se definen sin crear un plan para alcanzarlos.
Hay que reconocer cuáles son nuestras limitaciones y ventajas, para entonces marcar el camino adecuado para alcanzar los objetivos y no desistir en el intento.
Podemos empezar con poco. Tan sólo caminar 30 minutos o dedicar una hora a una actividad recreativa, nos abre la puerta para subir al siguiente nivel, y después será una hora de caminata, y todo un día de enfocarnos en algo que disfrutamos.
Lo más importante es recordar que el 1 de enero no necesariamente tiene que ser cuando se emprenda una carrera. Todos los días se abre una nueva oportunidad para mejorar, y comenzar en el momento que mejor se nos ajuste es clave para mantener la motivación y la disciplina que se requiere.
Así que les deseo que este 2024 comience con la energía positiva que necesitan para lograr sus propósitos, rodeados del apoyo de sus seres queridos.
