Va una síntesis del pensamiento y comportamiento del “bienamado” TARTUFO:
Es tiempo de definiciones: con México o contra México, patriotas o traidores, nada de medias tintas. Respetar la “pluralidad” es un engaño para dividir al pueblo y dejarlo a merced de sus depredadores.
Reivindicamos los derechos de los Pueblos Originarios porque ellos son la esencia de la nación. Siempre consultamos a la Madre Tierra. No somos ambiciosos vulgares, defendemos la soberanía nacional.
Soy Presidente de México, Jefe del Estado Mexicano y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, aquí mando yo. El pueblo me ordenó lograr la Cuarta Transformación de México; ya no me pertenezco, le pertenezco al pueblo, y siempre lo obedezco. Por el bien de todos primero los pobres. Luchamos contra los conservadores, hipócritas y corruptos que añoran el pasado, y también enfrentamos a gobiernos, organismos y fuerzas económicas de todo el mundo que con la máscara de “inversionistas” nos quieren seguir saqueando.
Ya no se permiten la corrupción ni la impunidad. En mi gobierno ya no hay corrupción ni masacres. El Ejército es pueblo uniformado y ya no masacra al pueblo. En educación, servicios de salud, economía, seguridad y estado de Derecho vamos requetebién. A ningún mexicano le han faltado médicos ni medicinas.
Los académicos, intelectuales y las universidades públicas se anburguesaron y traicionaron al pueblo. No se requiere ciencia para gobernar, basta con ser honestos. Los periodistas, salvo excepciones, no nos quieren, son corruptos al servicio de las mafias nacionales y extranjeras, y ganan más que yo. Las ONG y las feministas están manipuladas y son conservadoras.
La Suprema Corte está podrida y sus ministros tienen la arrogancia de sentirse libres, por eso les he reclamado que a mí no me salgan con el cuento de que la ley es la ley. A unos los tengo sometidos y a todos bajo acecho, para que resuelvan en favor del pueblo.
La mayoría legislativa me tiene lealtad ciega, y a mi voluntad no le cambia ni una coma. A los infieles que se creen de moronga azul los tengo en capilla.
Cambiaremos al INE y al Tribunal Electoral para que dejen de estar al servicio de la mafia del poder, son corruptos y ganan más que yo, por eso sus amonestaciones y excitativas las paso por debajo de mi bragueta ¡Me canso ganso!
El gobernante debe ser humilde y gobernar obedeciendo, debe promover el amor al prójimo y dar abrazos no balazos, debe combatir la violencia sembrando vida. Soy pobre, traigo 200 pesos en la bolsa, no tengo cuentas ni tarjetas bancarias, no ambiciono dinero, admiro al “Che” y a “Jesús el Cristo”, tengo autoridad moral.
(¡Aleluya!)
Sí, es tiempo de definiciones: ser ciudadanos o esclavos; vivir de pie o de rodillas; rescatar a México o temblar ante ese siniestro hombrecillo.
Diego Fernández de Cevallos
