A principios de año, en el Festival Internacional de Cine de Róterdam tuve oportunidad de ver Las demás, una comedia chilena de dos adolescentes que realizan mil peripecias para que una de ellas pueda abortar en un país progresista que aún huele a rancio.
Se trata de un viaje tan hacia adentro como hacia afuera de las chicas interpretadas por las actrices Nicole Sazo y Alicia Rodríguez, un divertido y desbordado itinerario bajo el guion y la dirección de Alexandra Hyland por el intrincado territorio narrativo que va ocupando el movimiento feminista.
Por ahí de mayo fui al Teatro Helénico de la Ciudad de México a ver Emilia, la adaptación que hizo Mariana Hartasánchez de la obra escrita por la dramaturga inglesa Morgan Lloyd Malcom, inspirada en la poeta Emilia Bassano, a quien algunas sospechas académicas establecen como “La Dama Oscura” de la obra de Shakespeare.
Uno de los méritos de la puesta en escena es rescatar la figura de una interesante artista de la época isabelina. A partir de ello hay un juego muy bien ensamblado de cuestionamientos serios a las adversidades que sufren las mujeres para ofrecer y sostener su propio punto de vista en la vida. Aunque los sucesos abordados ocurren hace 400 años, hay un muy afilado y creativo vigor contemporáneo que trasciende el panfleto teatral.
Ya en noviembre, casi para acabar este año, leí Desde los zulos, libro de Dahlia de la Cerda publicado por Sexto Piso en el que coexisten de manera indómita y emocionante memorias, ensayos y crónicas que dan forma en su conjunto a un manifiesto deslumbrante. Conceptos de género, clase y raza son abordados a través de un pulso literario y vivencial que no da tregua y que durante la lectura te va confrontando, haciendo volar, complejizar, aterrizar, reír, aborrecer y humanizar ideas alrededor de varias realidades cardinales de la discusión pública actual.
“No tengo pruebas —escribe Dahlia—, ni tampoco dudas, de que el odio a la autoficción, al testimonio y a los textos que exploran la realidad a través de la vivencia propia son menospreciados porque en la mayoría son escritos por mujeres”.
Una película chilena, una obra de teatro inglesa y un libro mexicano marcaron mi agonizante 2023. La revolución feminista estremece.