
Silvia Garza, una de las pocas integrantes de la familia Garza que sobrevivió a la masacre de Allende, busca justicia. Lo hace a once años de los trágicos sucesos y a solo tres de que éstos fueran plenamente reconocidos por todas las autoridades, tras permanecer ocultos y en medio de una bruma de dudas por un largo tiempo.
La sobreviviente es hija del empresario Sergio Garza Garza y prima de José Luis Garza Gaytán, colaborador de Los Zetas en Allende, Coahuila, quien junto con Héctor Moreno y Alfonso Cuéllar vendieron información a la DEA para luego huir a EU y detonar una de las mayores atrocidades en la historia reciente del país.
A continuación la charla que sostuve con ella, luego de que me contactara para dar a conocer su versión de lo sucedido.
—Habla sobre la magnitud de la masacre de Allende. ¿Podría compartirnos su visión sobre el número real de víctimas que usted o su familia consideran que hubo realmente?
—Tenemos en total 17 parientes desaparecidos, entre ellos mujeres, niños y ancianos. Sergio Garza Garza (padre), Sergio Garza Villarreal (hermano), Jorge Garza de Hoyos (medio hermano, menor) y familiar de los desaparecidos Rodolfo Garza Garza (tío), Nora Elsa de la Torre Martínez (tía, esposa de Rodolfo), Olivia Martínez de de la Torre (madre de Nora Elsa, anciana) Rodolfo Garza de la Torre (primo), Nora Liliana Garza de la Torre (prima), Arturo Espinoza (primo, esposo de Nora Liliana), Mauricio Espinoza Garza (sobrino, menor), José Luis Garza Garza (tío), Víctor Manuel Garza Garza (tío), Alma Patricia Pérez Iruegas (tía, esposa de Víctor Manuel), Víctor Manuel Garza Pérez (primo), Julio César Garza Pérez (primo), Reynaldo Pérez Iruegas (hermano de Alma Patricia) y Guadalupe de Hoyos Pérez (esposa de mi padre).
Y pues sí, son muchísimos más, porque desaparecieron gente solo por tener relación con ellos tres: Wicho, Héctor y Poncho, de cualquier tipo, familiar, laboral, amistad. Hay más desaparecidos en Allende de los que se saben.
—¿Por qué considera que el acto de perdón público encabezado por la ex secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero fue un acto de simulación?
—Porque hubo afirmaciones y compromisos que no sucedieron. No les interesa resolver, ya que hay silencio institucional generalizado en las tres instancias de gobierno ante las reiteradas solicitudes de reparación integral del daño de las víctimas. Esto confirma dicha simulación.
Aun cuando se ha cumplido con todos los requerimientos y entregado toda la documentación solicitada en las diferentes instancias, no dan respuesta a su omisión en la determinación del dictamen de reparación integral del daño y posterior pago al que tenemos derecho.
Solicitamos que el Estado repare, rehabilite, restituya todo lo que se nos quitó y es susceptible de ser reparado para intentar retomar el proyecto de vida del cual fui privada, porque evidentemente a mi familia no me la podrán devolver, y su simulación denota una tremenda falta de respeto, una burla y una revictimización, pues el tiempo ha sido excesivo y el procedimiento desgastante, burocrático y sin resultados tangibles, ya que la mayoría de las víctimas indirectas somos mujeres, viudas, huérfanas y el gobierno, que tanto habla de perspectiva de género, no atiende el caso ni siquiera por la gravedad y la relevancia internacional que tiene y la situación tan vulnerable en la que nos encontramos por el hecho de ser mujeres: las víctimas en el caso en concreto quienes hemos solicitado de forma expresa la reparación.
—¿Cuál es el estatus actual de la solicitud de reparación?
—Entregamos toda la papelería que se necesitaba y se hicieron los avalúos, a consideración de ellos, mal hechos, para integrar el expediente, y es fecha que aún no tienen nuevo dictamen. Hemos mandado oficios a todas las dependencias relacionadas, a toda persona a cargo para esta gestión, pero no hay avances. Siempre se manejan con excusas para no hacer su trabajo. La CEAV federal ejerció la facultad de atracción en la determinación 12/2017, por lo que es una responsabilidad cumplir con la reparación.
—¿Por qué acusa al actual gobernador Miguel Riquelme de ser un revictmizador?
—El gobernador entregó un acuerdo para sentar las bases de la reparación integral del daño en presencia del subsecretario Alejandro Encinas, CEAV estatal, CEAV federal, el 27 agosto de 2019, exactamente dos meses después de la disculpa pública, en la ciudad de Arteaga, Coahuila, el cual quedó en letra muerta y promesas incumplidas, porque aunque se la ha venido solicitando audiencia privada para que dé cumplimiento a su acuerdo, desde junio de 2020 hace caso omiso.
Los cuatro pilares que construyeron en la plaza pública de Allende como monumento a este terrible evento evitable, por el cual pagaron casi 700 mil pesos, es un acto más de cinismo. Para las víctimas representa un monumento a la impunidad, ya que no hay verdad, no hay justicia, no hay reparación y tampoco no repetición. Solo simulación. Ya que ni los prediales de las propiedades destruidas nos pueden condonar.
Hay una responsabilidad compartida entre los gobiernos estatal y federal, pero definitivamente las víctimas no podemos quedar en el desamparo por esa falta de coordinación, de interés y de voluntad real de cumplimiento. A nosotros se nos tiene que pagar lo que se nos robó. Es urgente que sean reparados los daños materiales e inmateriales derivado a que los efectos nocivos del hecho victimizante se han venido replicando en los últimos 11 años de mi vida, aunado al desplazamiento forzado al que me encuentro.
—¿A qué autoridades responsabilizan de lo sucedido?
—Moreira, porque deja a Los Zetas comercializar la droga en el estado. Al momento de la masacre, ellos tenían que saber lo que estaba pasando, lo permitieron y lo silenciaron, se hicieron llamadas al 089, se pidió ayuda, en algunos artículos periodísticos mencionan que hay pruebas de que ellos sabían, pero decidieron hacer caso omiso. El general de la zona pudo pescar flagrantes a los perpetradores, pero ellos mismos estaban avisados para que no intervinieran. Las líneas de telefonía pública estaban arrancadas para evitar llamadas de auxilio sin que se pudieran rastrear el origen. La gente estaba apanicada.
—¿Qué fue lo que sucedió en realidad en Allende y la región de los Cinco Manantiales?
—La masacre más grande de la historia moderna, en tiempo y magnitud, sin precedentes, silenciada por los actores políticos de la época. Unos verdaderos mercenarios. Un delito de lesa humanidad, genocidio, el Estado mexicano falló y sigue fallando porque a más de 11 años sigue impune y sin reparación pronta, justa y proporcional al daño causado, seguimos sin justicia.
Diego Enrique Osorno