Política

Redes sociales y políticos

  • Sin titubeos
  • Redes sociales y políticos
  • Diana Mancilla

Muchos actores políticos han descubierto en el uso de las redes sociales una herramienta de grandes alcances para informar o dar a conocer sus posturas sobre determinado asunto. Este poderoso vehículo, que lo mismo encumbra que degrada, impone conducirse con cautela a la hora de "subir algo".

Hoy, con solo navegar en Internet es posible encontrar cualquier clase de "archivos", algunos que en su momento significaron intrascendentes "saludos", "felicitaciones" por onomásticos, rostros felices de un encuentro ocasional o institucional, etc.

Eso es lo que no han considerado los "políticos millennial", igual que los jóvenes y adolescentes que creen que no los va a ver nadie y se ponen a decir y a subir gráficas como si estuvieran solos frente al ordenador o los dispositivos.

La captura del ex gobernador de Veracruz Javier Duarte ha desnudado la deslealtad a la hora de la desgracia, el deslinde y hasta el desconocimiento de amistades antes celebradas, una de las características muy peculiares de esto que se denomina "actividad política", donde es preciso incluso "sacrificar" a los "cercanos" en aras de la sobrevivencia.

Lo que se difundió en redes sociales, salvo que se trate de un montaje, que es también posible pero fácilmente detectable, ya no se puede alterar ni desmentir. Queda en la memoria colectiva y, como se ha visto, es arma letal a la hora de intentar borrar la memoria.

Al margen de estas relaciones y duras lecciones sobre el manejo de redes sociales, lo que se impone en todo esto no es únicamente una declaración de distanciamiento o de desconocimiento en torno del citado ex mandatario, sino una investigación que permita una verdadera impartición de justicia.

Si es cierto que el veracruzano cometió una serie de tropelías y llenó las alforjas repitiendo también cientos de veces el tristemente célebre "Sí merezco abundancia", la autoridad competente debe determinarlo y actuar en consecuencia.

Por desgracia, no es el único caso y esto ha ido en abono del descrédito de la política como una actividad que pretende ofrecer un servicio a los ciudadanos.

Sinceramente no creo que esto ayude mucho al partido en el gobierno a obtener más votos o credibilidad. Una golondrina no hace verano.

Pero en virtud de que son muchos los actores políticos involucrados en torno del caso de Javier Duarte, el peor daño va con cargo a la vida pública, a la democracia y sus instituciones. Deja a los ciudadanos con escasas opciones, pues al final todos resultan iguales. Lo que presenciamos, a propósito de las elecciones en el Estado de México, es un torneo para ver quién resulta más corrupto, a ver de dónde sale más putrefacción y eso a nadie beneficia.

Por lo demás, a los "políticos millennial" hay que enviarlos a un curso de manejo de redes y contener sus ansias de reflectores.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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