Ha pasado más de una semana y en las campañas para gobernador del Estado de México las cosas comienzan a perfilar una elección un tanto agitada, con fuego desde distintos frentes. Aunque como se ha dicho por ahí, el peor de todos es el interno, el que a veces casi no se ve pero que al final llega a pesar más que el de los adversarios.
Si solo fuera la elección para el Poder Ejecutivo estatal las condiciones serían tal vez distintas pero, como se ha señalado, varios se juegan su futuro en esta tirada.
Por eso se ven ataques y recontra-ataques desde distintos puntos que hay que irse con cuidado a la hora de tratar de fijar fuentes, porque todas las escaramuzas tienen varios destinatarios y remitentes.
Un ejemplo más es el de la panista Josefina Vázquez Mota. Cuando Rafael Moreno Valle dice que apoya a Josefina, nadie entiende entonces por qué maniobró para inhabilitar al ex alcalde de Puebla, Eduardo Rivera, quien ya había sido designado coordinador de la campaña de la ex titular de la SEP.
El poblano, como se sabe, estaba impulsando a Ulises Ramírez Núñez quien, dicen, se tuvo que sumar, pero... Y lo mismo cabe en el caso del grupo de Margarita Zavala pues un eventual triunfo de Vázquez Mota la desplazaría a ella para 2018, dejando a Ricardo Anaya con otra medalla, que no es cualquier medalla, para presumir. Entonces: ¿todos juntos en la misma causa?
En el PRI es claro que Eruviel Ávila Villegas avanzaría no una sino muchas casillas si Alfredo del Mazo llega al palacio de gobierno de Toluca. Una derrota le daría categoría de "inevitable" al actual huésped del Palacio de Covián, Miguel Ángel Osorio Chong.
En el caso de Morena, Delfina Gómez Álvarez parece cargar más con el fardo de la desorganización o personajes "mil usos", todólogos sin especialidad, que de golpeteos internos. La profesora tiene todo que ganar y muy poco que perder, cualquiera que sea el resultado. El mero hecho de estar en la arena la ha proyectado a otros espacios y no parece que vaya a ser efímera su incursión.
Lo anterior, además porque el –este sí "inevitable"– candidato morenista a la presidencia de la República, no depende totalmente del resultado. Su situación es distinta.
Respecto del PRD, Juan Zepeda Hernández ha dado muestra de ser un personaje echado para adelante, ha sido una grata sorpresa en su desenvolvimiento, aunque su principal problema son esas tribus confederadas, prueba de la unidad fracturada cuyos miembros han resultado muy inclinados a enfundarse en otra camiseta supuestamente de izquierda, esto luego de ver cómo se hunde la nave.
Todo eso, mientras afuera, en escenarios más visibles, la contienda alcanza momentos de agitación que vislumbran el clásico final en los tribunales electorales, sin que se alcance a observar la claridad de las ofertas policial y los "cómos" a todos los problemas.