“Me he hecho adicta a los sentimientos asociados con terminar una distancia larga; amo sentirme vacía, limpia, desgastada, purgada y con un dolor en los músculos que me hace sentir orgullosa”
Kristin Armstrong
Estamos siendo testigos del desarrollo del Maratón Olímpico en Tokio. Las condiciones climáticas no serán las idóneas. Hemos constatado lo complejo que ha sido para distintos deportistas vencer el calor y la humedad; como ejemplos, el sufrimiento de los atletas durante la marcha de 50 kilómetros y el Maratón Olímpico en la rama femenil. Vale la pena aprovechar para subrayar que la única competencia que lleva el nombre de maratón es aquella que cubre una distancia de 42 kilómetros y 195 metros.
Esta distancia fue institucionalizada en los Juegos Olímpicos de París 1924; en las justas anteriores la distancia de la prueba había tenido ligeras variaciones. Las naciones que más medallas han cosechado en ella son Estados Unidos, Etiopía y Francia.
El Maratón Olímpico es una prueba que ha evolucionado enormemente con el paso del tiempo. El primer elemento que se ha visto radicalmente modificado es la velocidad de los participantes. El medallista de oro de la edición de Atenas 1896, cruzó la meta en un tiempo de 2 horas y 58 minutos. Para la prueba realizada en Río de Janeiro en 2016, el primer lugar detuvo el cronómetro en 2 horas y 8 minutos. Es decir, en poco más de 120 años, el tiempo de llegada a meta se redujo 50 minutos, lo que se traduce en un incremento de velocidad de 14.2 a 19.7 kilómetros por hora. Una evolución fundamental, justa y tardía, fue la inclusión de la prueba femenil para los Juegos de Los Ángeles 1984. La tecnología en diferentes aspectos ha registrado evidentes e interesantísimos avances. Hoy el control de los tiempos se registra mediante chips y sensores que permiten exactitud. El calzado y los uniformes han evolucionado su diseño y materiales traduciéndose en un mejor desempeño de los maratonistas.
El mexicano que mejor resultado ha registrado en esta prueba es Germán Silva, quien, en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, cruzó la meta en sexto lugar. El día de ayer se realizó el Maratón Femenil, donde las maratonistas mexicanas estuvieron lejos de los primeros lugares. Hoy se realizará el evento en la rama varonil, donde seremos testigos del desempeño del mejor maratonista de la historia: Eliud Kipchoge.
Abastecimiento: Toda mi admiración y reconocimiento para los mexicanos que nos representaron en Tokio.
David E. León Romero