“No te preocupes por ser mejor que los otros; intenta ser mejor que tú mismo”
William Faulkner
Constantemente recibo lecciones, a través de diferentes experiencias, que me recuerdan que sobre todas las cosas, en el intento por crecer, mejorar y conquistar metas, la actitud juega un papel relevante y protagónico.
Sí se puede. Claro que se puede. Algún profesor universitario, basado en un texto de liderazgo, nos recordaba que deberíamos estar entrenados para recibir mil respuestas negativas a nuestros intentos y a pesar de ello, estar prestos para emprender de nuevo. No es fácil, pero no imposible.
Algunos corredores sostienen que correr, es esa actividad que les permite seguir viviendo. Es ese hábito que los mantiene vivos y motivados. Estoy seguro que el caso de la mujer que hoy te comparto, no es la excepción. Betty Lindberg tiene 98 años de edad. Hace pocos días, cruzó la meta de una carrera de 5 kilómetros en menos de una hora. Un resultado extraordinario producido y acuñado por una mujer extraordinaria. Leíste bien, 98 años y cruza sonriente la marca de los 5 kilómetros.
Su historia trae a mi mente el sinfín de veces que la voz interior que me acompaña día y noche -que no se calla-, me instó a no intentar y/o a abandonar una vez que intento. Betty es la poseedora del récord mundial en los 5 kilómetros para su categoría (no es el único que posee).
Comenzó a correr en 1988, animada y atraída por el desempeño de los participantes de una carrera local; en ese momento, se aseguró a sí misma que ella era capaz de hacerlo también.
Ella sostiene, como muchos otros corredores lo hemos hecho, que cuando la fatiga y el hartazgo aparecen durante sus competencias, promete no volver a correr; no obstante, cruzar la meta le provoca tal alivio y satisfacción, que al poco tiempo se encuentra de nuevo en la línea de salida para emprender un nuevo esfuerzo. Betty trabaja tres días por semana con un entrenador personal que le ayuda a estructurar sus sesiones.
Me encantaría vivir 98 años con la gran fortaleza física y mental que Betty tiene, que estoy seguro en gran parte, obtiene gracias a sus hábitos como corredora. Tomo de ella su actitud para sobreponerse a la fatiga y dificultad. El ejemplo que Betty nos obsequia puede ser de utilidad para muchos, en diferentes facetas y circunstancias.
Abastecimientos: Es muy importante que de cuando en cuando visites al médico y te sometas a una prueba de esfuerzo. El deporte debe aliviar, no enfermar.
David E. León Romero
