“Aprende a correr sintiendo dolor, después, esfuérzate más”
William Sigein
Este fin de semana se corre uno de los seis grandes, el Maratón de Chicago. Un evento fuera de serie, con una ruta hermosa, una organización estricta y un ambiente inigualable. Chicago es uno de los maratones con mayor arraigo en el mundo de los corredores. Como mexicano, resulta sumamente especial y significativo correrlo. México está presente en cada uno de sus rincones: en los miles de espectadores que se colocan en las vallas que delimitan la ruta, en las banderas tricolores que ondean aquí y allá, en los miles de mexicanos que radican en la ciudad y en los otros tantos que corren el evento. Nuestra bandera se ubicó en el sitio más alto en 1988 y 1990 cuando Alejandro Cruz y Martín Pitayo -respectivamente- cruzaron la meta en primer lugar.
La música, los aplausos, las porras y las muestras de aliento no cesan a lo largo de sus 42 kilómetros. Tuve la oportunidad de correrlo en dos ocasiones: una sumamente placentera, donde el clima fue benévolo con los corredores y una segunda, donde las altas temperaturas doblaron tanto a corredores como a los organizadores, provocando una emergencia que puso en riesgo la salud de miles de participantes, de los cuales varios terminaron en las tiendas de atención médica y en los hospitales de la ciudad. Correr en Chicago fue inolvidable, por el evento propio y por quienes me acompañaron en aquellos dos intentos.
Se corrió la primera vez en 1905 (con la participación de 15 corredores, de los cuales solo 7 lograron cruzar la meta), dando paso a un evento que se realizó con intermitencia hasta 1977, año en que se instituyó y a partir del cual se ha realizado casi de manera ininterrumpida. Evento rápido por sus condiciones climatológicas y las características de su ruta. Los competidores se enfrentarán al cronómetro, al cuerpo, a la mente, al adversario que corre al costado y al viento, que pocas veces deja de soplar.
Mañana cerca de 40 mil corredores de más de 100 países intentarán una vez más llegar a la meta de Chicago sanos y en el menor tiempo posible. ¡Mucha suerte, especialmente a mis paisanos!
Abastecimientos: Eliud Kipchoge, el mejor corredor de la historia y ganador del Maratón de Chicago en el 2014, mencionó que le gustaría salir a correr con Barack Obama; creo que al ex presidente también le gustaría salir a correr con Eliud.
David E. León Romero