Que mal se ven los periodistas, comentaristas, analistas y reporteros que defienden la forma de ganar títulos de los Tigres.
No existe argumento que avale el mal espectáculo que entrega este equipo regiomontano en las fases finales e incluso en muchos de sus partidos del torneo regular.
Para esos están los aficionados felinos, ellos son quienes deben defender la manera en cómo juega su club. A los seguidores no les importa el medio, les interesa el fin y por supuesto que están en lo correcto y en todo su derecho de defender el estilo de Tigres.
Pero los periodistas no tienen por qué defender a Ricardo Ferretti y a su aburrido gusto por ser “ratonero”. Los comentaristas no deben justificar de ninguna manera un partido gris y un pésimo show deportivo.
La gente busca entretenimiento y los Tigres son todo menos eso. Aplaudo a sus hinchas por apoyar a su escuadra sin importar absolutamente nada.
Repruebo a los periodistas que intentan hacerle creer a los aficionados al futbol que acepte y se acostumbre a los pobres espectáculos.
Fue una mala final, no hay que buscarle otro adjetivo. Esperemos que para los próximos torneos no nos regalen partidos tan baratos y bananeros en la que un día fue nombrada: “La fiesta grande del futbol mexicano”.