Mañana comienza una temporada que se verá ridículamente interrumpida después de las tres primeras jornadas, para dar paso al “maravilloso” torneo binacional que se disputará entre julio y agosto con los clubes estadounidenses.
Los directivos del futbol mexicano no respetan su liga, la voracidad por los dólares los tiene de rodillas ante el balompié estadounidense. Todo el calendario, de clubes y selecciones, está conformado con base en los tiempos de la liga de los Estados Unidos. No tenemos torneo de Copa, Libertadores, Sudamericana o Copa América, pero sí la “fantástica” Leagues Cup.
El desarrollo futbolístico apunta hacia el sur, pero como los dueños del futbol mexicano son adictos a los dólares fáciles, recortan el trayecto, y con el mexicanísimo “mínimo esfuerzo”, van por el sueño americano en detrimento de lo deportivo.
Así rueda el balón en la Liga MX, sin seleccionados y con la Copa Oro disputándose al mismo tiempo. A la sombra de los gringos, que a partir de este verano tendrán durante los próximos cuatro años un torneo internacional en su país: la Copa Oro (2023), Copa América (2024), Mundial de Clubes (2025) y el Mundial (2026).
No obstante, el desabrido e incompleto inicio del apertura 2023, la presión estará encima de varios clubes desde el primer encuentro. Por ejemplo: el Puebla de la Franja.
El equipo de Eduardo Arce tiene dos incorporaciones importantes: el paraguayo Sebastián Olmedo y el colombiano Kevin Velasco. El primero es un defensa que conformará la central junto a Gastón Silva, el segundo, un polifacético alfil que lo mismo puede jugar por las bandas que en el centro del campo.
La salida que más puede resentir el Puebla es la de Antony Silva. El guardameta paraguayo fue un líder fundamental en los últimos torneos para los camoteros, que ahora apuestan -literalmente- por dos mexicanos en el puesto: Iván Rodríguez y Miguel Fraga.
No promete mucho el torneo del Puebla, su meta debe ser la mitad de la tabla y aspirar a la fiesta grande por la vía del ‘Play – In’, el gran “invento” de algún directivo mientras veía el basquetbol.
Arce está en la mira, no sólo de la afición y de los medios de comunicación, sino del fuego amigo que adentro del club lo puede quemar. ¡Ten cuidado, Lalito!
Como cada torneo, las cosas no cambian demasiado, los favoritos son los mismos de siempre. Un grupo de equipos cada vez más acotado, con cuatro o cinco clubes que apuestan por la excelencia y en verdad se plantean como meta ganar el campeonato.
El Monterrey, los Tigres y el América, quizá en ese orden, los candidatos al título de liga. Otros como el León o el Guadalajara buscando dar un paso al frente y consolidarse como aspirantes reales. El Cruz Azul y el Pachuca, una incógnita.
Y el resto de los integrantes de la liga, son eso: el resto. Todos aferrándose a ese espacio que abre el blando sistema de competencia, salvando su torneo con el lugar 10 de 18.