Deportes

Orgullo azul y oro.

Los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México han sido a lo largo de más de medio siglo, una de las grandes escuelas de nuestro futbol. El club Universidad es distinto: no es el equipo de alguna transnacional multimillonaria, el capricho político de un gobernante o el voto en la Federación Mexicana de algún grupo hambriento de poder.

Los Pumas son la representación de la máxima casa de estudios del país y su identificación con la juventud ha trascendido más allá del campus universitario y la capital. Aunque lejos de las masas que mueven el América, el Guadalajara y, hasta cierto punto, el Cruz Azul, los Pumas cuentan con partidarios en todo México y muchos aficionados de otros clubes tienen en Universidad Nacional a su segundo equipo.

Desde aquellos pioneros de principios de los cincuentas, que junto al Instituto Politécnico Nacional tuvieron una primera aventura en la naciente segunda división, pasando por el regreso al futbol profesional y el ascenso a primera en 1962, Universidad Nacional siempre tuvo rasgos bien definidos basados en dos características muy vistosas: dinamismo y buen futbol.

Fue con Octavio ‘La Pulga’ Vial, cuando los Pumas alcanzan el ascenso en enero de 1962, venciendo por 5-0 al Cataluña de Torreón. A partir de ese momento, Ciudad Universitaria tendría al equipo de sus entrañas en el máximo circuito. Por aquellos años los Pumas compartían su casa con los otros tres clubes capitalinos: América, Necaxa y Atlante.

La consolidación de los Pumas en primera división costó y dolió. Durante la década de los sesenta el conjunto universitario desarrolla su cantera y comienza a forjar el “ADN Puma”, gracias a la llegada de Renato Cesarini.

De pelear el descenso año tras año, los del Pedregal sueñan por primera vez con un campeonato y se quedan cerca en la temporada 67-68. Comienza también una tradición de líderes de goleo a partir del primer gran rompe redes de los universitarios: Alberto Etcheverry.

Etcheverry gana el título de goleo en 63-64, temporada en la que ya son referentes de los Pumas jugadores “hechos en CU” como el doctor Miguel Mejía Barón, Aarón Padilla, Guillermo Vázquez, Juanito Alvarado y un joven que comienza a despuntar: Enrique Borja. Después, el traspaso de Borja al América fue todo un escándalo y la piedra de toque de la gran rivalidad con el cuadro crema.

El primer campeonato llegó en la 76-77, con una pléyade comandada por el gran Evanivaldo Castro ‘Cabinho’ y donde ya figuraba el ‘Niño de Oro’, un tal Hugo Sánchez. Con Hugo vendido al Atlético de Madrid, los Pumas vencieron al Cruz Azul en 80-81 para ganar su segundo campeonato.

El tercero tuvo que esperar 10 años, hasta que el ‘Tucazo’ se cobró varias afrentas y venció por gol de visitante al América en la gran final.

Lo demás es historia contemporánea, historia conocida. Una sequía de casi 13 años sin título que quieren romper los Pumas, de la mano de un especialista en liguillas: Antonio ‘Turco’ Mohamed.


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David Badillo
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