La Comisión de Apelaciones de la Federación Mexicana de Futbol también bateó a los Camoteros del Puebla, que, como adelantamos las semana pasada, tuvieron que agotar todas las instancias nacionales antes de acudir ante el TAS.
En el Ajusco saben de sus pocas posibilidades de éxito en ultramar, empero, a pesar de lo que ocurrió ayer con el Mazatlán, la instrucción desde el alto mando del Grupo Salinas sigue siendo la misma: no soltar el tema.
La controversia más candente, el punto más álgido en la Federación Mexicana de Futbol es el lío con el Puebla, pero no estuvieron ni Ricardo Salinas Pliego ni su hijo, Benjamín Salinas Sada, en la asamblea de dueños celebrada el lunes en Nuevo León.
Hay una disputa, un encontronazo que no tuvo atenuante ni con la indulgencia de la Comisión Disciplinaria hacia el otro club del corporativo: los Cañoneros del Mazatlán. Llegó una fuerte desavenencia al interior del duopolio televisivo que ha manejado el futbol mexicano durante los últimos 25 años. ¿Cuánto durará la misma?, ¿hasta qué punto va a escalar el berrinche? Eso sólo puede saberlo Salinas Pliego, lo cierto es que desafiar al poder balompédico, nunca ha sido una buena idea, menos para un equipo chico como el Puebla.
Al club de la Angelópolis lo mandan por delante en una disputa en la que ni vela en el entierro tiene, porque como ya también hemos explicado, esta tormenta en un vaso de agua sobre la “alineación indebida ”, sólo es un pretexto para desestabilizar a Juan Carlos Rodríguez.
Al final del camino, los grupos hegemónicos del futbol mexicano tienen que arreglarse y continuar con el negocio de la selección y otros, como las peleas del Canelo o la liga doméstica. El grupo berrinchudo necesita más de Televisa, que esta de ellos. Pero ahora, están completamente distanciados en la administración de la FMF y la grilla no parece tener un desenlace próximo.
Quizá el comisionado de la FMF creyó que “perdonando” al Mazatlán, el dueño del Puebla desistiría de ir al TAS. Eso no ha ocurrido, pero cuando tengan que pagar 60 mil dólares, solo por abrir un caso en Lausana, quizá se lo piensen dos veces.
Del Puebla y su futuro nada nos puede sorprender, sobre todo si no viene un buen apoyo gubernamental, el equipo de la Franja podría ser sacrificado en esas batallas intestinas que manejan como un peón del tablero, al club de la Angelópolis.
El respaldo gubernamental debe ser crucial para la estabilidad del futbol en la plaza, pero los términos del contrato de comodato del estadio Cuauhtémoc no satisfacen las pretensiones del club, y está visto que Salinas Pliego no se tienta el corazón al momento de mover a una de sus franquicias.
En los próximos meses tendrá que venir un acercamiento entre el gobernador poblano y el dueño del equipo, 2024 es un año de coyuntura y el futbol en una plaza como Puebla es una moneda de negociación fundamental.
