Mañana con la última posada se celebra lo que para el mundo católico es una de las máximas representaciones de su fe, el nacimiento de Jesús de Nazaret, aunque ficticio por donde le va si nos apegamos a los hechos históricos recopilados, la fecha es por demás bien relevante.
Ya que ese nacimiento del hijo de Dios representa el comienzo directo de la fe cristiana, y el desarrollo histórico del proceso de difusión del cristianismo en todo el mundo, por lo que no es una cosa menor.
Mañana es la Nochebuena y según la leyenda el 25 de diciembre hacia la madrugada en un pesebre dentro de un establo se hizo presente la natividad allá en Belén, territorio por cierto hoy lleno de árabes musulmanes.
Si nos vamos a los hechos fácticos, este nacimiento ocurrió realmente entre abril y mayo, ya que las condiciones de invierno de aquellas épocas en esta supuesta fecha decembrina, harían imposible que los padres de Jesús hayan estado al aire libre dando fe de su nacimiento y menos que hubiera una noche llena de estrellas para que los Reyes Magos llegaran a adorarlo, lo más seguro es que la Iglesia Católica ya consolidada cientos de años después, acomodara a modo esta celebración para que coincidiera con el rito romano de las Saturnales.
Muy lógico si consideramos que estas fiestas ahora llamadas paganas, hablaban del renacer por lo que cayó como anillo al dedo este rito para transformarlo en la llegada de Cristo que traía la encomienda de redimir y llevar a la vida eterna a los que creyeran en él.
Acá en nuestro México la tradición se respeta por la parte religiosa, pero es más el pretexto para la celebración de la ocasión y de los famosos regalos, por cierto, la ley otorga el 25 como día de descanso obligatorio y nada más, el patrón de la empresa no lo puede obligar a usted a tomar más días, pero recuerde que solo tiene hasta seis meses después de su aniversario laboral, si no las usa, las perderá, no deje que eso pase, son su derecho bien ganado.
¡Feliz Navidad!