Fue el domingo pasado cuando entró en vigor el nuevo reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco en nuestro país.
Y si bien se habló mucho del tema, es ahora, justo una semana después cuando miles son los que están empezando a darse cuenta del impacto de las nuevas disposiciones implementadas.
Ni 7 días y ya el golpe empieza a revelarse, sobre todo en el micro y pequeño comerciante ya que, por falta de espacio y dinero, están quedando fuera del jugoso negocio de tener un lugar donde se pueda fumar, y es que, si no pueden acatar las nuevas restricciones, terminarán por decirles a sus clientes que ahí con ellos, no deben fumar y el consumidor que gusta del cigarro, optará por buscar otro establecimiento con mayores capacidades y donde si lo dejen meterse sus buenas fumadas.
El nuevo reglamento pone a nuestro país al nivel de grandes naciones donde el control del tabaco es muy estricto y que busca cuidar la salud como principal objetivo, vamos hasta la OMS salió a aplaudir a México por lo hecho.
Si lo recuerda fue hace 15 años que empezó este tema, pegó en su momento fuerte, pero al paso del tiempo la gente se acostumbró, el consumo, déjeme le digo que no bajo, pero al menos se controló, con lo del domingo, de nuevo es un golpe no solo a la industria tabacalera, sino, repito a miles de comerciantes quesi venden cigarros, ya no podrán exhibirlos, ya no recibirán el apoyo de las marcas que les daban patrocinio, porque prohibido ya está y de irse de antro si podrá, pero si tenía la costumbre de tomar y fumar en terraza o balcón, ya tampoco le venderán.
El 10% de la población de nuestro país son fumadores activos, más algunos millones más que son pasivos, el tema muy lejos está de ser considerado un problema de salud nacional, pero si es prioritario para la agenda gubernamental.
Así que la COFEPRIS tendrá unos meses bastante pesados por venir, vigilando, multando y clausurando a todo aquel que no se vaya a alinear, amparos seguro vendrán.
David Aarón Cárdenas
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