LA UAEH de siempre ha sido, como toda universidad estatal, todo un tema, tanto administrativo como político, para empezar y como otros servicios de nuestro Hidalgo, a la Universidad Estatal la mantenemos todos nosotros como ciudadanos, ¿con qué?, con el pago de nuestros impuestos, es cierto, no faltará quien diga que recibe fondos no solo de gobierno, también de otros lugares a nivel nacional, pero a final de cuentas, sin importar de donde venga el dinero, el origen último es el bolsillo del mexicano.
Para que estos dineros y la esencia universitaria no se pierdan, se cuenta con un Patronato, el cual es una figura jurídica que en el deber ser administra, supervisa y vela por los intereses de esta casa de estudios, y si bien, no busca tener ganancias económicas, sí puede buscar ingresos, valiéndose de diversos medios, desde donaciones, contribuciones y apoyos gubernamentales, entre otros.
¿Quiénes integran al Patronato? En el deber ser personas con experiencia, que sean estandarte de los principios de la institución, y aquí es donde la cosa se pone rara, porque para nadie es extraño que Gerardo Sosa es la persona que sigue moviendo los hilos de esta organización, y tanto él como sus cercanos han estado envueltos en todo tipo de torbellinos.
Le cuento esto porque la última andada fue la cancelación de la beca para su doctorado en educación por parte del Conahcyt. ¿El motivo? Las cuotas que precisamente el Patronato cobra a sus estudiantes de este doctorado (y de todos los demás programas), y no es para menos, para este programa de mínimo los estudiantes desembolsan 15 mil de gastos iniciales y el tema que los llevó a perder la beca fue la inscripción que son otros 15 mil pesos más.
De primera mano sé que esto mismo estuvo a punto de pasar con la maestría de la misma especialidad. Si quieren tener programas con verdadera calidad académica, quizá es tiempo de que las autoridades correspondientes dejen de ver como un negocio a esta casa de estudios.