A La Huasteca se la quieren adjudicar todos; los desarrolladores empecinados en construir vivienda de lujo, los ejidatarios que no respetan las normas de uso, los activistas protagonistas que consideran esta zona como su bandera y personajes políticos de todos los colores y denominaciones apurados a tomarse selfies en la protesta para presumirlas en Facebook, Twitter o Instagram.
Mil personas, algunas de las cuales con preocupación real por las consecuencias de un posible desarrollo inmobiliario en la zona, acudieron a marchar por un Ambiente Sano; se sorprendieron ante la presencia de tanto personaje de la política local, acompañados de sus respectivos jefes de prensa y coordinadores de redes sociales.
Tampoco entendieron el secuestro del discurso que hicieron algunas organizaciones de la sociedad civil, que no dejaron hablar a ejidatarios y mucho menos que la proyección de formar un mensaje humano de SOS no se haya podido realizar debido a estas diferencias. No se pudieron poner de acuerdo para lanzar un mensaje simbólico de auxilio.
Es muy grave la intentona de los desarrolladores que desde hace casi 20 años insisten en su proyecto de Valle de Reyes, a pesar de la oposición ciudadana y del gobierno municipal.
Es indignante que el Poder Judicial siga amparándoles para construir en una zona natural protegida. Como bien lo reporta en una nota publicada el pasado lunes el reportero Eduardo Mendieta Sánchez, en 2008, Metrofinanciera logró ganar una batalla jurídica que le impedía tomar la propiedad de terrenos incluidos dentro de la reserva ecológica del Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
Es ridículo que el presidente del Patronato del Parque Nacional Cumbres, Fernando Elizondo Barragán, diga que no sabe “a ciencia cierta” cuál es la situación sobre el posible desarrollo inmobiliario porque “la legislación es compleja”.
Pero lo realmente alarmante es que todos los sectores en conjunto no entiendan la magnitud de las consecuencias de permitir desarrollo inmobiliario en la zona, que les gane el protagonismo, los reflectores y los posibles puestos públicos, en esta ciudad cada vez más contaminada.
Twitter:@dameluna