“El niño, es el padre del hombre que será mañana”. Allport
La presidenta de México Claudia Sheinbaum puso en marcha la estrategia Vive saludable, vive feliz.
En mi entrega pasada hice referencia a los propósitos del anuncio.
Se destaca por deducción reducir los altos índices de obesidad y sobrepeso en nuestros niños y adolescentes regulando la ingesta de productos chatarra en las escuelas, el aumento en la actividad física y un acompañamiento a temas de salud donde la mental también tendrá un lugar.
Este tipo de políticas apuntan a resolver el problema de fondo. Ir a las causas y a los porqués del origen es lo que debe importar ahora. Virgilio, el poeta romano con mucho acierto decía:
“Feliz aquel que ha llegado a aprender la causa de las cosas”.
Dicha frase es irrefutable partiendo que el origen de muchas “causas” en México (vistas como problemas), son deterministas, es decir, predecibles y condicionantes.
Pero eso a muchos políticos del pasado les valió madres para ir al “meollo” del asunto.
La política para muchos fue hacer negocios y cuando se les acabó el negocio en sus partidos han estado mudándose a Morena.
Pero esas, esas son otras historias…
Me alegra que esta política tenga su centro en la niñez.
Un niño saludable será un adulto con salud. El proceso de culturización es muy importante.
Sobre este tema el gran Allport (estudioso de la personalidad), nos dice que los niños están sujetos a la cultura que los rodea donde su hogar, el lenguaje que van adquiriendo, la escuela, la economía doméstica, las normas en comunidad, el sueño, el juego, etc., condicionan su crecimiento desde adentro porque no hay otra forma de crecer.
La escuela entonces es uno de los centros más importantes para que el proceso enseñanza/aprendizaje vaya orientando su enseñanza en generar otros conocimientos, destrezas y habilidades desde muy temprana edad para que se construya un proceso de sana culturización.
Y si a eso le sumamos un aspecto lúdico, atractivo y estimulante se estará generando un círculo virtuoso donde la felicidad juega un papel importante.
La política no puede estar ajena a la salud mental y los estados de ánimo de nuestros infantes donde hay grandes afrentas que resolver como la depresión, el estrés y la ansiedad presentándose en edades tempranas.
El apoyo psicológico a nuestra niñez y adolescencia debe estar presente.
Todo niño y adolescente en este país debe te en tener como prioridad estudiar, jugar y hacer deporte u otras actividades extracurriculares.
Los gobiernos en sus tres niveles deben impulsar y promover políticas que impacten positivamente en los gobernados donde la felicidad juega un papel importante.
Que se invierta con determinación y eficacia. Más casas de la cultura, multideportivos, parques y espacios públicos donde se estimule el deporte, las bellas artes y la actividad física.
Los niños felices hacen cosas felices.
Y hablando de felicidad, según el Informe Mundial de la felicidad 2024 indica que México es el país más feliz de Latinoamérica.
Hemos subido 10 lugares respecto al informe presentando en 2023.
Un concepto importante que escuché hace algunos años en un congreso en Colombia en palabras de Manuel Villoria, teórico de la administración pública donde exhortaba a los políticos y gobernantes incorporar la “felicidad”, como variable en la implementación de las políticas públicas.
Celebro que en México empecemos a incorporar palabras con un discurso y narrativa política distinta que busque como fin, la materialización de mejorar la salud y dé como resultado felicidad como la estrategia: Vive saludable, vive feliz.
Gran tarea de la SEP y del IMSS que tendrán que ofrecer resultados en un país donde la medición ha servido como adorno y donde en el pasado (viejo régimen), le han dado vueltas y vueltas a los problemas como las ratas girando en círculos viciosos.
@CUAUHTECARMONA